El presidente de Rusia, Vladímir Putin, instó hoy a intensificar la lucha contra la corrupción, y abogó por que sea coherente y se base en el principio de inevitabilidad del castigo.
“La política anticorrupción del Estado debe basarse en la inevitabilidad de la pena por esta tipo de infracciones, y debe haber coherencia en todas las actuaciones de esta lucha. Es imprescindible trabajar con más eficacia para acabar con la corrupción en el sistema de la administración pública, empezando por la selección de candidatos a uno u otro puesto”, dijo Putin al intervenir en una reunión del Consejo para la Lucha Anticorrupción.
En este sentido, todas las denuncias de corrupción deben generar una respuesta adecuada, insistió el mandatario, al recordar que la legislación exige que entidades tanto públicas como privadas actuén frente a casos de corrupción.
“Es necesario formar un clima social de rechazo a la corrupción. En particular, se debe construir un sistema seguro de relación entre la ciudadanía y las autoridades”, insistió.
Exigió una mayor contundencia contra los casos de corrupción en las fuerzas de seguridad y en el sistema judicial, porque rompen la confianza de los ciudadanos hacia las autoridades. Asimismo, pidió medidas para combatir la corrupción en los sectores más afectados por esta lacra, como el de servicios comunales y de vivienda o la construcción.
Por otro lado, el presidente Putin emplazó a que se revise la liberalización de las penas aprobada en 2011 por los delitos de corrupción, por considerar que no da el resultado esperado. “Sólo el 8% de los corruptos han sido condenados a penas de cárcel, mientras que la mayoría han sido sentenciados a multas que no pagan encontrando todo tipo de vacíos legales”, argumentó.
Entretanto, en el primer semestre de 20l3 se detectaron 29.500 delitos relacionados con la corrupción, frente a los 34.000 registrados en el mismo período hace un año, dijo el mandatario, al tiempo de advertir contra la autocomplacencia teniendo en cuenta el carácter oculto de esos delitos.
