El buque de desembarco Azov perteneciente a la Flota rusa del mar Negro abandonó el puerto español de Ceuta y tomó rumbo hacia el oriente del mar Mediterráneo para integrarse a la flotilla rusa, informó hoy el portavoz de la flota, capitán de navío Viacheslav Trujachev.
El pasado mes de agosto, el Azov zarpó del puerto de Sebastopol y tomó rumbo hacia el mar Báltico para participar en las maniobras ruso-bielorrusas “Zapad-2013”, y tras cumplir todas las misiones encomendadas en esa zona, en octubre empezó la travesía de regreso que incluyó una visita al puerto de Ceuta.
En el oriente del mediterráneo el Azov se integrará a la flotilla rusa encabezada por el crucero lanzamisiles Moskva.
Además del Moskva, la flotilla rusa en el Mediterráneo está integrada por los buques de desembarco Peresvet, Almirante Nevelskoi, Minsk, Novocherkassk, Alexander Shabalin y Nikolái Filchenkov, el destructor antisubmarino Almirante Panteleev, así como las fragatas Neustrashimi y Smetlivi.
Según Trujachev, la tripulación del Azov realizará al menos una decena de ejercicios para repeler ataques aéreos, marinos y de salvamento de supervivientes en caso de naufragios.
Se espera que para finales de noviembre, el Azov atracará en su base, tras realizar una travesía doble por Europa en condiciones de clima complicadas.
Con anterioridad, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, destacó la necesidad de mantener un grupo naval en el Mediterráneo para defender los intereses del país.
Rusia procedió a la creación de la escuadrilla del Mediterráneo en marzo de 2013 al enviar a esa zona varios buques de la Flota del Pacífico, a los cuales posteriormente se unieron navíos de las flotas del Norte, Báltico y mar Negro.
