El primer ministro de Georgia Bidzina Ivanishvili denunció ante embajadores de la Unión Europea que Rusia a pesar de la dinámica positiva en las relaciones, continúa la demarcación de la frontera entre su país y Osetia del Sur.
“A pesar de la relativa dinámica positiva en las relaciones en la esfera económica y humanitaria, desafortunadamente Moscú continúa acciones ilegales a lo largo de la línea de ocupación (denominación de Georgia a la frontera con Osetia del Sur, cuya independencia no reconoce), lo que supone una amenaza a la seguridad de Georgia y la región”, dijo Ivanashvili ante embajadores de la UE.
El primer ministro informó que a partir del 17 de septiembre, los militares rusos continuaron la instalación de alambradas en la frontera, lo que dificulta la vida de la población local, y en este sentido, pidió a los embajadores reaccionar ante lo ocurrido y “pedir a Rusia abstenerse de actos ilegales”.
Entre tanto, las autoridades surosetas en varias ocasiones declararon que ante la negativa de Georgia de participar en las labores para la demarcación de la frontera, la república realiza ese trabajo de manera unilateral.
Recientemente, el ministerio de Asuntos Exteriores de Osetia del Sur declaró que “todos los trabajos para establecer la línea de demarcación de la frontera estatal se realiza en correspondencia a la legislación suroseta, exclusivamente en el territorio suroseta y de ninguna forma viola la soberanía o integridad territorial de Georgia”.
La frontera entre Osetia del Sur y Georgia tiene una longitud de al menos 350 kilómetros.
Según tratados gubernamentales suscritos por los presidentes de Rusia y Osetia del Sur el 30 de abril de 2009, las autoridades surosetas delegaron a la parte rusa el control y vigilancia de su frontera estatal hasta que Osetia del Sur tenga su servicio nacional de guardia de fronteras.
