Cerca de un millón de rusas abortan cada año, según la viceministra de Sanidad del país, Tatiana Yákovleva.
“El número de abortos disminuyó un 24% durante los últimos cinco años, pero aún así un millón de embarazos son interrumpidos cada año”, dijo Yákovleva en un congreso de ginecólogos de Rusia.
La funcionaria lamentó el daño causado por el alto índice de abortos a la política de la natalidad de Rusia y abogó por la creación de centros especializados en la ayuda social y psicológica en todas las regiones, a los que puedan acudir futuras madres en apuros.
Anteriormente, fuentes de Sanidad de Rusia informaron que en 2012 se practicaron en el país 49,7 abortos por cada 100 embarazos.
Al mismo tiempo, las organizaciones antiabortistas siempre ofrecen otras estadísticas, aunque sus datos no se atribuyen a ninguna fuente oficial. Así, de acuerdo a algunos grupos, el número de interrupciones de embarazos ha llegado a alcanzar los cinco millones al año.
Activistas contrarios al aborto ven la falta de educación sexual entre los jóvenes como una de las principales causas de los embarazos no deseados y sus posteriores interrupciones.
En este sentido, abogan por introducir programas de educación sexual en las aulas, medida que encuentra un rotundo rechazo de las autoridades.
Así, según dijo recientemente el Defensor del Menor de Rusia, Pável Astájov, este tipo de clases deberían estar prohibidas por ley porque amenazan con alterar la “salud mental” de los menores.