El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró que, igual a lo que afirmaba su antecesor, Hugo Chávez, es la “garantía de la paz y la estabilidad en el país” y que un atentado contra él haría caer “la ira de los dioses” sobre la derecha, según medios locales.
“Si esta derecha enloquecida y demente lograra un día sacarme del camino por un atentado, la ira de los dioses caería sobre ustedes y nuestro país lamentablemente caería en un conflicto de violencia creciente, pero la revolución prevalecería”, anunció Maduro en una reunión del Consejo de Ministros.
Al referirse a la oposición, Maduro insistió en que “si ellos (la oposición) hicieran la locura de iniciar un ciclo de violencia contra dirigentes de la revolución este pueblo sería poseído por la fuerza más grande y huracanada que la ira de los dioses quedaría pequeña. ¡Ojalá se entienda, porque nosotros queremos paz!”
El presidente recalcó que los servicios especiales se enteraron de la preparación de un atentado contra él y el presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello, el pasado 5 de julio.
“El 5 de julio tenían preparado algo contra mí y contra Diosdado, bueno, neutralizamos, tomamos medidas de seguridad; el 24 de julio tenían un plan para matarme si iba a la casa natal del Libertador o si iba, como fui, al desfile naval de los 190 años de la batalla del Lago de Maracaibo”, dijo Maduro añadiendo que “ruego a dios y a todos los espíritus que nos protegen, que sigan dándonos vida y larga vida por muchos años, larga vida por muchos años”.
Hace un día, el ministro para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz venezolano, Miguel Rodríguez Torrez, anunció el desmantelamiento de un atentado previsto para el 24 de julio para matar con un tiro a la cabeza al presidente del país en el marco de una operación denominada Baby, el nombre con el que bautizaron a Maduro.
