El caso de Alexéi Navalni, uno de los líderes de la oposición rusa que fue condenado recientemente a prisión por robo en un proceso tildado por Occidente de “políticamente motivado”, beneficia a Washington que pretende influir sobre la política de Moscú, opinó el famoso economista y politólogo estadounidense, Paul Craig Roberts.
El abogado y bloguero Alexéi Navalni, conocido por sus denuncias de corrupción y críticas al Kremlin, fue condenado el pasado jueves a cinco años de cárcel y una multa por haber tramado en 2009 la sustracción de madera por unos 500.000 dólares a una empresa estatal. La sentencia al activista se produjo un día después de que fuera admitido oficialmente como candidato a alcalde de Moscú en las elecciones del próximo 8 de septiembre.
“Puesto que Navalni es un activista anticorrupción, las acusaciones de corrupción le ponen en una situación comprometida”, dijo el experto en declaraciones a RIA Novosti.
Según Roberts, quien se considera uno de los padres de la Reaganomía y preside actualmente el Instituto de Economía Política, el Kremlin tiene “todos los motivos” para recelar de la oposición liderada por Navalni. “La oposición política rusa, al igual que las revoluciones de color en la antigua URSS, es financiada con fondos estadounidenses”, afirma.
“Washington no quiere que Rusia pueda oponerse a su voluntad. Uno de los ejemplos son las numerosas amenazas de Washington contra Rusia por su negativa a violar el derecho internacional y detener a Edward Snowden. La disposición de la oposición política de ser un instrumento en las manos de Washington cuestiona el carácter y la honestidad de la gran parte de esta oposición”, advierte Roberts.
En referencia al caso de Snowden, extécnico de la Agencia Nacional de Seguridad que huyó de EEUU tras denunciar el espionaje cibernético masivo y actualmente permanece en el aeropuerto de Moscú a la espera de la respuesta a su solicitud de asilo en Rusia, el politólogo agrega que Washington y Moscú “se han intercambiado los papeles”.
“Antes, era la Unión Soviética la que perseguía a los que decían la verdad, mientras que Estados Unidos les daba asilo. Hoy en día, es Washington el que persigue a los que dicen la verdad, mientras que Rusia los defiende”, concluye el experto.
