Las inmobiliarias Alisol y Provelanz destruyeron una pirámide de más de 4.000 años en el norte de Lima, informó esta semana el viceministro de Patrimonio Cultural de Perú, Rafael Varón.
Varón subrayó que las inmobiliarias, que usaron maquinaria pesada, no consiguieron destruir tres pirámides más por la intervención de personas que pasaban por el lugar. Después de lo ocurrido la policía empezó a vigilar el área monumental.
El arqueólogo Marco Guillén, que encabeza el proyecto de investigación y puesta en valor de la zona, comentó a la prensa que las personas que derribaron el monumento "cometieron un daño irreparable a una página de la historia del Perú".
“No sabremos cómo fue construida, qué materiales se usaron y cómo se comportaba la sociedad en esa parte de la pirámide”, lamentó.
La pirámide, de 6 metros de altura, era el templo de un complejo de 12 monumentos situado en una de las zonas arqueológicas más antiguas del país, El Paraíso, a dos kilómetros del Océano Pacífico. Fue un centro religioso y administrativo del periodo Precerámico Tardío (3500 a 1800 antes de nuestra era), mucho antes de la civilización incaica.
Para su construcción se utilizaron más de 100.000 toneladas de piedras, según la prensa local.
Las autoridades presentaron una denuncia penal contra las empresas.
