Putin y Obama cooperarán por la paz en Siria pese a sus diferencias

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Los líderes de Rusia y EEUU llegaron a muchos acuerdos durante su encuentro, celebrado al margen de la cumbre del G-8 en la localidad norirlandesa de Loch Erne. Incluso encontraron puntos de coincidencia respecto al problema sirio, lo que parecía casi imposible.

Los presidentes de Rusia y EEUU, Vladimir Putin y Barack Obama, coincidieron en calificar como positivos los resultados de las elecciones presidenciales celebradas en Irán.

Además, las partes lograron un entendimiento mutuo sobre el problema nuclear norcoreano, acordaron restablecer la cooperación en el ámbito de la seguridad y la lucha contra el terrorismo, haciendo hincapié en los ámbitos del ciberespacio y los próximos Juegos Olímpicos de invierno en Sochi.

Los líderes de Rusia y EEUU llegaron a muchos acuerdos durante su encuentro, celebrado al margen de la cumbre del G-8 en la localidad norirlandesa de Loch Erne.

Putin y Obama incluso encontraron puntos de coincidencia respecto al problema sirio, lo que parecía casi imposible.

Desacuerdos de Rusia y EEUU sobre Siria

“En lo que se refiere a Siria, tenemos ciertas divergencias, pero estamos interesados en terminar con la violencia y prevenir el uso y la propagación de las armas químicas que podrían encontrarse en Siria… Tenemos la intención de encomendar a nuestros equipos que trabajen sobre el nuevo tramo de las negociaciones en Ginebra”, llegó a decir Obama.

Las declaraciones de Vladimir Putin fueron esperanzadoras también. “Nuestras posiciones no coinciden por completo pero acordamos solucionar el problema por medios pacíficos, en particular alentar a las partes a sentarse a la mesa de negociaciones, en el marco de la futura conferencia internacional en Ginebra”, dijo el mandatario ruso.

Resulta que sólo existen “ciertas divergencias”, las posiciones de las partes todavía “no coinciden por completo” y las armas químicas “podrían” encontrarse en Siria. Mientras, en la antesala de la cumbre en Loch Erne, la Casa Blanca cambió bruscamente de posición después de que Rusia y EEUU acordasen acercar posturas e impulsar un proceso de paz en Siria.

EEUU y la ayuda a la oposición siria

Barack Obama anunció la semana pasada la decisión de EEUU de suministrar armas y prestar más apoyo a los rebeldes sirios. El presidente estadounidense incluso mencionó la posibilidad de establecer zonas de exclusión aérea en Siria, entre otras cosas. La línea roja que trazó Obama para intervenir en la guerra de Siria fue el supuesto uso de armas químicas por el régimen de Damasco.

Estas decisiones aprobadas y no canceladas todavía pueden hacer fracasar las negociaciones entre las partes en conflicto en Siria. ¿Para qué exigía apoyo la oposición siria? Para igualar sus fuerzas con las del régimen. En caso contrario, no vale la pena de ir a la conferencia de Ginebra. ¿Participarán en las negociaciones los rebeldes si logran establecer ese equilibrio? ¿Y qué hacer si Damasco también plantea exigencias similares?

Según el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, tras la primera conferencia de Ginebra que se celebró el año pasado y en la que se aprobó el Acuerdo de Ginebra, Rusia continuaba insistiendo en que lo acordado debía materializarse incluso en el momento en el que los rebeldes se aproximaban a Damasco y declaraban que estaban a punto de asaltar la capital siria… “Así las cosas, si nuestros colegas siguen esta lógica promovida por la oposición... las negociaciones nunca se entablarán. Y está claro que cualquier tipo de planes de armar a los rebeldes fortalecerá su intento de mantener una postura implacable”, destaca Lavrov.

Un guión negativo

A juzgar por todo, Putin y Obama lograron llegar a un acuerdo. Pero los acontecimientos pudieron desarollarse de otro modo.
De cara a la decisión de EEUU de ayudar a los extremistas islámicos a convertir a Siria en otro Irak, Libia o Somalia, a pesar de los acuerdos conseguidos con Rusia, Moscú podría continuar ayudando activamente a los que están en contra de esto en Siria.

Las dos potencias podrían entrar en una confrontación indirecta. Pero esto no llegó a suceder. El encuentro de los presidentes de Rusia y EEUU no terminó en fracaso, a pesar de las discrepancias sobre Siria. Las partes lograron encontrar fórmulas de compromiso.

Un posible acercamiento de posturas de Rusia y EEUU

Ante todo, la historia con Siria y los virajes de la política de EEUU no es tan simple. Se puede suponer que Obama no tiene intenciones de contribuir al triunfo de los extremistas, sino que tratará de formar en el país árabe a un grupo opositor leal a Washington que podría tomar las riendas del poder, a pesar de que estos aliados de EEUU sean débiles e incapaces de conseguir algo.

Pero aún en este caso, las partes se verán obligadas a buscar una solución pacífica del conflicto y Rusia participará en este proceso.
Además, recordemos el encuentro de Putin con el primer ministro británico, David Cameron, celebrado el pasado 16 de junio. Cameron mencionó esta idea también, insistiendo en la necesidad de apoyar a los sirios moderados que lleven a Siria a la paz y a la democracia. Pero ¿es necesario armarles para lograrlo?

Cameron destacó varias veces que el Reino Unido y Rusia tienen serias diferencias sobre el conflicto en Siria, pero éstas no impiden a las partes dialogar.

Es importante también el lugar de la celebración de todos estos encuentros: la cumbre del Grupo de los Ocho, donde se aborda muchos problemas comunes, y la presidencia de turno del G-8 las asumirá Rusia, que ya la ejerce en el Grupo de los Veinte.

Las relaciones entre Rusia y Occidente no se limitan a la disputa sobre el conflicto sirio. En cuanto a las relaciones bilaterales ruso-estadounidenses, durante su encuentro, Putin y Obama no sólo abordaron el problema sirio, sino hicieron hincapié en los asuntos de seguridad y estabilidad estratégica, en general.

Uno de los nuevos enfoques sobre la esencia de las relaciones entre Rusia y EEUU es que en ambos países ya entraron en la edad madura las generaciones que aunque saben sobre la época de la guerra fría, no la han visto con sus propios ojos. Esta gente no necesita un reinicio de las relaciones entre los dos países con una agenda obsoleta. Prefiere revisar los fundamentos de la cooperación y elaborar nuevos enfoques a ésta. Es posible que este tema forme parte de la agenda de las futuras cumbres ruso-estadounidenses.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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