El presidente de Rusia, Vladímir Putin, expresó hoy su rechazo a la creación de un sustituto del Fondo Monetario Internacional (FMI), pero reafirmó que es necesario impulsar una profunda reforma de este organismo y revisar su actual sistema de cuotas y votos a favor de países emergentes, en particular, los socios de Rusia en el Grupo BRICS.
“Me parece equivocado el planteamiento de que la panacea para todos los problemas está en la creación de nuevos consejos, fondos y demás organismos internacionales”, declaró Putin en una entrevista con RIA Novosti.
Al mismo tiempo, recordó que los miembros accionistas del FMI coinciden en la necesidad de someterlo a “una reforma seria”.
“Hay que adecuarlo a la realidad económica de hoy, ante todo, cambiar el sistema de distribución de cuotas y votos en el FMI, aumentar el protagonismo de los países emergentes, particularmente, nuestros socios del Grupo BRICS” (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), señaló.
El líder ruso reconoció que la negociación sobre esta reforma “se ve prácticamente atascada desde 2010” y prometió que Rusia, como presidente rotativo del G-20, hará “el máximo esfuerzo para (…) encontrar soluciones de compromiso y fórmulas aceptables hacia la cumbre de San Petersburgo”, prevista para septiembre próximo.
La restructuración del FMI, según Putin, es parte de una reforma de la arquitectura financiera global. Otras piezas importantes son la política crediticia y de gestión de deuda pública, así como el fomento de la interacción entre el FMI y los mecanismos financieros regionales.
Preguntado por el problema de los paraísos fiscales, el presidente dijo que “Rusia propone la firma de acuerdos bilaterales con jurisdicciones offshore y de baja tributación”.
Estos documentos permitirán intercambiar información fiscal, implementar las recomendaciones universales que se están elaborando en el marco de la OCDE, así como hacer frente a la minimización de impuestos mediante esquemas grises, señaló.
