El presidente de Rusia, Vladímir Putin, prometió una cita con el fiscal general a una anciana de 87 años que durante la sesión de preguntas y respuestas del mandatario ruso denunció que le impiden ver al alcalde de su localidad para reclamar abusos en el sector de servicios públicos.
Alevtina Rapatsevich, octogenaria fundadora de una empresa gestora de servicios públicos que creó para mantener el bloque de pisos en que reside en una localidad de la provincia de Omsk (Siberia), dijo a Putin que habían sido igual de infructíferos sus intentos de denunciar los abusos de la antigua empresa gestora de su inmueble ante la fiscalía regional y el alcalde.
“El fiscal general de Rusia, Yuri Chaika, ya la está esperando”, respondió Putin al decir que el elusivo alcalde es un “cochinillo” y que la capitán con que la mujer habló en la fiscalía “ya es una teniente”.
Las tarifas de servicios públicos se dispararon últimamente en numerosas regiones de Rusia, en algunos casos en centenares de por ciento, para un gran descontento de los ciudadanos que consideran infundada el alza.
Durante la sesión de preguntas y respuestas de hoy, Putin tachó de inaceptable tal brusco aumento al decir que el crecimiento medio de tarifas de servicios públicos no debe exceder un 6% al año, y prometió controlar personalmente ese asunto.
