El secretario de prensa del presidente de Rusia, Dmitri Peskov, dijo que la publicación de la “lista Magnitski” hace daño a las relaciones ruso-estadounidenses y representa en sí una injerencia en los asuntos internos de Rusia.
“La publicación de la “lista Magnitski” hizo daño a las relaciones ruso-estadounidenses. Es un golpe asestado a nuestras relaciones bilaterales”, declaró anoche el portavoz del Kremlin a la cadena de televisión Rusia 1.
Agregó que el daño fue ocasionado en los momentos en que la situación mundial y los numerosos conflictos regionales “dictan la necesidad de acercamiento entre Rusia y EEUU, que asumen la responsabilidad por la estabilidad y la seguridad global”.
Al calificar esa lista como “injerencia directa en los asuntos internos de Rusia”, Peskov indicó que Kremlin no duda del profesionalismo de los jueces que investigaron las circunstancias de la muerte de Serguéi Magnitski, auditor del fondo inversionista Hermitage Capital, acusado de fraude fiscal, quien tras pasar cerca de un año en la prisión preventiva falleció el 16 de noviembre de 2009.
Su muerte provocó mucha resonancia. Algunos defensores de derechos humanos y también los representantes de Hermitage Capital afirmaron que no le fue prestada la asistencia médica debida y que también podía morir a causa de un apaleamiento.
La “lista Magnintski”, en que figuran 18 apellidos, contiene también una parte secreta que no será publicada. Según una fuente cercana a la Administración de EEUU, en la lista pueden aparecer otros ciudadanos de Rusia.
Moscú publicó el sábado pasado su lista de 18 estadounidenses que presuntamente tuvieron que ver con la legalización y la aplicación de torturas en la prisión de Guantánamo y la violación de derechos de ciudadanos de Rusia.
El politólogo estadounidense Paul Craig Roberts entrevistado por RIA Novosti afirmó que la “lista Magnintski” apunta contra Putin. “El objetivo consistió en poner en situación embarazosa a Putin que no le gusta a Washington porque Washington no logra controlarlo”.
Más de 4.000 estadounidenses preguntados por el periódico Huffington Post dijeron que la lista de sus compatriotas a los que se prohíbe la entrada en Rusia debería ser mucho más larga y propusieron incluir allí a los estadistas que “arrastraron al pueblo a la guerra contra Irak”.
