La periodista ucraniana Anjar Kochneva, que logró escapar de sus secuestradores tras casi cinco meses de cautiverio en Siria, regresó a Damasco.
En el aeropuerto Kochneva fue recibida por guardias armados.
“Voy a estar bajo protección permanente, por si los insurgentes deciden repetir el secuestro o vengarse”, explicó la periodista.
La mujer, que tiene pasaporte ucraniano, no descartó recibir el futuro la ciudadanía siria si las autoridades del país árabe se la ofrecen.
Kochneva se mostró decidida a no cambiar el país de residencia “a causa de unos bandidos”. Al mismo tiempo, indicó que no tiene intención de traer a Siria a su hija, que en la actualidad estudia en Moscú.
La periodista, de padre ucraniano y madre palestina, residía en Siria desde el inicio del conflicto haciendo reportajes y acompañando a medios de comunicación rusos. Colaboró con diversas cadenas de televisión rusas, en particular, NTV, REN TV y RT pero en el momento del secuestro, en octubre de 2012, no formaba parte de ningún equipo en concreto.
En noviembre pasado, sus secuestradores publicaron en internet un vídeo, aparentemente grabado bajo presión, en el que Kochneva confesaba haber trabajado para los servicios secretos de Rusia.
