Rossiyskaya gazeta
El Ministerio ruso de Desarrollo Económico pronostica dos nuevas crisis antes de 2030
La siguiente crisis económica global se producirá dentro de cinco años, según los cálculos del Ministerio ruso de Desarrollo Económico, escribe hoy el periódico gubernamental Rossiyskaya gazeta.
Esta crisis conllevará una caída de los precios del petróleo, una ralentización de la economía rusa y una debilitamiento del rublo. Según los expertos del Ministerio, las pérdidas serán menores en caso de que para ese momento la economía rusa no dependa tanto de la exportación de hidrocarburos.
El escenario de la repetición de la crisis económica global está previsto en el pronóstico de desarrollo social y económico de Rusia hasta 2030 elaborado por el Ministerio de Desarrollo Económico. Según los analistas de la entidad, es casi imposible evitar una nueva crisis, porque esto se ve predeterminado por las ‘oleadas del desarrollo global’. Se espera que la siguiente ralentización del crecimiento o una recesión tenga lugar aproximadamente en 2018 y luego en 2027 o 2028. Así las cosas, durante los próximos 17 años tendremos que sobrevivir a dos crisis mundiales más.
Según los cálculos del Ministerio, los precios del petróleo pueden reducirse de 115 a 75 o 80 dólares por barril durante la primera crisis y ascenderán a 123 dólares durante la segunda. En 2018, el Producto Interior Bruto (PIB) de Rusia puede perder dos o tres puntos porcentuales y reducirse a un 2%, mientras que la cotización del rublo podría caer un 20%.
Pero el Ministerio de Desarrollo Económico espera que dentro de diez años la economía rusa logre ser más estable y las crisis no puedan afectarla demasiado. Los ritmos del crecimiento del PIB se ralentizarán sólo en un punto porcentual y ascenderán a 2,8% o 3% para restablecerse después en un 4% o 4,5%. El rublo caerá sólo en un 10% o un 12%. Resulta que en ambos casos el golpe sería menos grave que en 2008-2009, cuando la economía rusa retrocedió un 7,8%. "La diversificación de la economía y la estabilidad del sistema financiero reducen los riesgos de que haya crisis”, destacan los autores del pronóstico.
Según muchos expertos, es difícil determinar la fecha de la siguiente crisis. Desde la Segunda Guerra Mundial se producen de manera irregular. La probabilidad de que una nueva crisis aparezca dentro de 3, 5 o 10 años es un 30% para cada plazo, explica el economista del Centro del Desarrollo de la Escuela Superior de Economía, Valeri Mirónov.
“Es posible que no se trate de una nueva crisis sino de una nueva oleada de la anterior. Todas las causas que provocaron la crisis de 2007-2008 siguen en vigor”, opina el presidente del Comité de Política Inversionista de la Cámara de Comercio e Industria de Rusia, Antón Danílov-Danilián. Hubo varias oleadas de la Gran Depresión de 1929 también, recuerda el experto.
Según Mirónov, Rusia debería prepararse a posibles conmociones en los mercados mundiales. Es necesario incrementar los medios acumulados en el Fondo de Reserva hasta un 6% del PIB. Al mismo tiempo, el Banco Central de Rusia debería cambiar de política. Es necesario prestar más apoyo al sector real de la economía, luchando al mismo tiempo contra la inflación.
Novie izvestia
Rusia está a la cola de los países con más esperanza de vida de Europa
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su reciente Informe sobre Salud en Europa 2012 situó a Rusia en el penúltimo puesto en la lista de los países con más expectativas de vida , escribe en su edición de hoy el periódico Novie izvestia.
Según las estadísticas de la OMS, de 53 países analizados, el que tiene una expectativa de vida más baja es Kirguistán, con 68,7 años, mientras que también se sitúan en esas cotas Turquía y Rusia.
El informe denota diferencias entre los hombres, que viven unos 72,5 años de media; y mujeres, que llegan a los 80, lo que se explica en parte por diferentes estilos de vida y empleo. Sin embargo, en Rusia estos indicadores son menos optimistas. La longevidad prevista de los hombres rusos no supera los 62,8 años, mientras que las mujeres viven hasta los 74.
El informe de la OMS revela que los ciudadanos rusos viven unos 10 años menos que el resto de los europeos. La esperanza de vida en Rusia es 13,5 años más baja respecto a España, país con la mayor expectativa de vida de Europa, con una media de 82,2 años.
Los autores del informe señalan que los factores que determinan la esperanza de vida "son variados y variables", pero en general es importante que haya un índice bajo de mortalidad infantil y materna. Algunos factores que contribuyen a alargar la vida en el continente son la mejora en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares y circulatorias, que suelen ir ligadas a hábitos perniciosos y son más frecuentes también entre personas de bajos ingresos.
En los 53 países analizados al menos un 6,5 % de las muertes son debidas al alcohol, que junto al tabaco sigue siendo el principal factor de riesgo en el continente.
Los rusos baten todos los récords europeos del consumo de bebidas alcohólicas fuertes, mientras que el tabaquismo se cobra anualmente las vidas de unos 400.000 rusos, que mueren de cáncer, enfisema pulmonar, infarto o hemorragia cerebral.
Pero no son los únicos factores importantes, indican los expertos rusos. El director general del Instituto de Asuntos Regionales, Dmitri Zhuravliov, señala que un importante factor relacionado con la muerte en Rusia es la depresión y falta de seguridad en el futuro.
Valeri Yelizárov de la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú dijo al diario Novie izvestia: “Por sorprendente que suene, en Rusia la gente no quiere vivir mucho. Lo revelan numerosos sondeos”. Esto se explica, según el experto, con que la vejez en Rusia se asocia a la miseria y enfermedades. “Los rusos no quieren vivir hasta la vejez y están preparados para irse de este mundo a una edad relativamente joven. En cambio los europeos quieren vivir cuanto más años mejor”, dice Yelizárov.
Kommersant
Rusia y Sudáfrica refuerzan su cooperación militar
El presidente ruso, Vladimir Putin, llegó ayer a Sudáfrica donde participa en la quinta cumbre del grupo BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica), escribe hoy el periódico Nezavisimaya gazeta.
Junto con el mandatario ruso llegaron a Durban el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov; el ministro ruso de Finanzas, Antón Siluanov; así como otros ministros, presidentes de corporaciones y representantes entidades de empresariales. Una misión especial en la delegación de Putin la debía cumplir el titular de la corporación estatal Rostech (antigua Rostechnologii), Serguei Chemezov, porque una de las tareas más importantes de la visita de Putin a Sudáfrica es el desarrollo de la cooperación militar.
La parte rusa esperaba firmar ayer un acuerdo bilateral con Sudáfrica sobre la cooperación militar, en particular, sobre la compra de los helicópteros rusos. Pero la suscripción de este documento fue aplazado. Según una fuente de la delegación rusa, Rusia está dispuesta a suministrar cazas polivalentes de la familia Su-30 a Sudáfrica, y crear un sistema de mantenimiento posventa de los aparatos.
Además, las autoridades de Sudáfrica manifestaron el deseo de renovar su parque de helicópteros y las partes sostuvieron negociaciones sobre una posible adquisición de 60 helicópteros de varios modelos con un posible aumento de esta partida hasta los 100 aparatos. “Varios días antes del inicio de la cumbre del grupo BRICS estábamos seguros de que firmaríamos este contrato”, dijo la fuente. Pero surgieron dudas sobre si Sudáfrica podría pagar por el contrato sin ayuda externa o si Rusia debería concederle un crédito.
Así que este asunto se tuvo que resolver a nivel de presidentes.
Aunque la suscripción del contrato fue aplazada, las partes acordaron continuar las negociaciones al margen de la cumbre. Al mismo tiempo, Rusia y Sudáfrica firmaron ayer un paquete de documentos sobre cooperación, incluida la declaración conjunta sobre la asociación estratégica y los acuerdos de cooperación en el sector de la energía.
Según recoge la declaración conjunta, las partes acordaron profundizar la cooperación militar y fomentar otras formas de interacción entre las fuerzas armadas de los dos países. El presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo sudafricano, Jacob Zuma, acordaron reunirse al menos cada dos años para examinar la cooperación política y económica, según señala la declaración conjunta sobre asociación estratégica.
Además, el consorcio ruso Helicópteros de Rusia y la compañía sudafricana Denel Aviation inauguraron ayer un centro de mantenimiento de helicópteros de fabricación rusa en Johannesburgo (Sudáfrica). Según los datos oficiales, el parque de helicópteros de fabricación rusa y soviética en Sudáfrica es de 600 aparatos, y agrupa tanto helicópteros Мi-8/17 como Ка-32.
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