EEUU descartó utilizar los sistemas de misiles Patriot desplegados en el sur de Turquía para derribar aviones y helicópteros del Ejército sirio que combaten contra los rebeldes en su territorio nacional.
De esta forma, la Administración estadounidense declinó la petición planteada recientemente al secretario de Estado John Kerry durante su gira por Oriente Próximo por el líder de la opositora Coalición Nacional Siria (CNFROS), Ahmed Muaz al Jatib. Así lo reveló el martes el propio Al Jatib al intervenir durante la cumbre árabe, en la que ocupó por primera vez el asiento correspondiente a Siria.
“Conocemos esta petición y en estos momentos la OTAN no piensa intervenir militarmente en Siria. Creo que una batería de misiles Patriot podría responder a la definición de asistencia militar”, argumentó el portavoz de la diplomacia estadounidense, Jay Carney, en alusión a que la Casa Blanca se niega a prestar ayuda militar a los rebeldes sirios.
Por otro lado, según el diplomático, los antimisiles desplegados en Turquía tienen como único objetivo “defender al territorio y al pueblo” de este país.
A su vez, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, también reiteró este miércoles en Moscú que la alianza “no tiene ninguna intención de intervenir” en Siria, al tiempo de expresar confianza en que la comunidad internacional pueda aunar el esfuerzo y encontrar una solución política al conflicto sirio.
Entretanto, el denominado Gobierno de transición formado hace una semana por la oposición siria en el extranjero anunció hoy que instalará su sede en una zona fronteriza entre Turquía y Siria. Según su portavoz Khaled Saleh, el “Gabinete” “permanecerá en el centro escogido por la oposición mientras el presidente sirio, Bashar Asad, no se haya marchado del país”, circunstancia que, según Saleh, podría darse en los próximos meses o incluso semanas.
Informó asimismo que hoy se inaugura la primera oficina extranjera del “Gobierno” interino sirio en Dubái.
En su cumbre clausurada anoche en Doha, la Liga Árabe concedió el asiento reservado para Siria a la CNFROS y defendió el derecho de sus países miembros a armar a los rebeldes sirios.
Siria vive desde marzo de 2011 un violento conflicto armado entre el Gobierno y la oposición, apoyada y financiada por países occidentales y monarquías del Golfo Pérsico. Según la ONU, los enfrentamientos ya se han cobrado unas 70.000 vidas.
