Rusia pidió a las autoridades estadounidenses informarla sobre las circunstancias de la muerte del niño ruso Maxim Kuzmín de 3 años adoptado en EEUU, comunicó hoy la portavoz de la Fiscalía General rusa, Marina Grídneva.
“La Fiscalía General de Rusia pidió información a las autoridades estadounidenses sobre las circunstancias de la muerte del niño ruso Maxim Kuzmín (…). Estamos esperando los resultados de la autopsia de su cuerpo”, dijo.
El niño murió el 21 de enero. Pero la noticia sobre su fallecimiento se supo en Rusia solo el lunes pasado. Autoridades competentes rusas comenzaron su investigación de este caso.
Según unas fuentes, la madre adoptiva hacía al niño injerir fármacos psicotrópicos y lo apaleó. Expertos y médicos estadounidenses no confirman esa información. Señalan que las magulladuras detectadas en el cuerpo de Maxim no son obligatoriamente resultado de la violencia.
Según la médica forense Sondra Wulf, “cualquier niño de la edad de Maxim puede tener arañazos y cardenales en su cuerpo”.
El examen pericial puede durar de 6 a 12 semanas. Sus resultados servirán para acusar o absolver a los padres adoptivos, escribió el periódico Dallas Telegraph del Estado de Texas, donde ocurrió la tragedia.
El sheriff local Mark Donaldson dijo que según sus datos, Maxim jugaba en la calle junto con su hermano Kiril adoptado por esa misma familia. Cuando la madre salió de la casa vio a Maxim tendido en el suelo. La ambulancia llegó rápido. El niño fue hospitalizado, pero los médicos no lograron salvarlo.
Los padres adoptivos, Alan y Laura Shatto, nunca tuvieron infracciones administrativas, agregó el sheriff.
