La reelección del actual presidente armenio, Serzh Sargsyan, en los comicios del lunes, conviene tanto a Rusia, como a Estados Unidos, declaró hoy el politólogo Valeri Kedov.
“Su nuevo mandato de cinco años significa para Moscú que las posiciones militares y estratégicas de Rusia en Armenia no sufrirán cambios y solo irán mejorando”, comentó el experto.
Precisó que se trata de la presencia en el territorio armenio de la base militar rusa número 102 y la cooperación técnico-militar entre ambos países.
Washington también siguió con mucho interés los comicios presidenciales en la república caucásica, agregó.
“Armenia se unió a las sanciones internacionales contra Irán, pero al mismo tiempo desarrolla con Teherán una ventajosa cooperación económica en todos los ámbitos no sujetos a las sanciones”, señaló.
Los negocios de Ereván y Teherán, según él, no suscitan una reacción negativa de EEUU. Es más: “Washington está interesado en la continuidad de esa política porque Armenia refuerza así su posición de Estado mediador que podría acoger consultas secretas entre representantes de Washington y Teherán”.
Además, la Casa Blanca apoya la postura de Sargsyan respecto a la normalización de las relaciones con Turquía.
“EEUU confía en que el histórico proceso de normalización de las relaciones, iniciado en 2009 y congelado en la actualidad, saldrá adelante durante el segundo mandato de Sargsyan. Cosa que sería problemática en caso de un cambio del poder”, concluyó.
El mandatario de Armenia, Serzh Sargsyan, ganó las elecciones presidenciales del 18 de febrero al lograr 861.167 votos (58,64%), comunicó hoy la Comisión Electoral Central de la república después de terminado el escrutinio en los 1.988 colegios electorales del país.
