En Rusia va cobrando vigor un escándalo de corrupción por millones de dólares en RusHydro, la mayor generadora de la energía eléctrica en el país y la segunda a escala global.
El Ministerio ruso del Interior informó la víspera sobre el robo de recursos asignados para la construcción de la planta hidroeléctrica Zagórskaya GAES-2, cerca de Moscú. Se sospecha que la constructora Gidrostroy, contratista general de esta obra, subcontrataba empresas controladas por la cúpula corporativa para firmar con ellas contratos ficticios a fin de convertir en liquidez y robar las sumas destinadas a la financiación del proyecto, según un informe publicado en la web del Interior.
Este departamento, que lleva investigando el caso desde 2009 y evalúa el daño económico en mil millones de rublos, o unos 33 millones de dólares, sugirió a RusHydro más de una vez declararse víctima de las sustracciones.
El presidente Vladímir Putin manifestó el pasado 13 de febrero su descontento con el jefe de RusHydro, Evgueni Dod, al reprocharle que “no cree conveniente defender sus intereses”.
Recién este lunes, Dod anunció la intención de organizar una auditoría interna para “limpiar de parásitos las filas de la empresa y las de sus contratistas y subcontratistas”. Según la prensa, la compañía ya despidió a tres personas a raíz de un informe sobre las infracciones que el Interior le presentó hace algunas semanas.
RusHydro también exigió a los contratistas reducir los presupuestos de obras en un 10-15%. “Negociaremos con todos. Y seremos inclementes en lo que se refiere a multas, compensaciones y plazos incumplidos”, advirtió Dod.
El presupuesto de la obra Zagórskaya GAES-2 asciende a 12.000 millones de rublos, de los cuales la mitad fueron asignados a Gidrostroy.
Y mientras el escándalo de RusHydro cobra envergadura, se está gestando otro más. La portavoz de la Fiscalía General, Marina Gridneva, anunció hoy que se descubrió un robo de mil millones de rublos en la distribuidora energética Kolenergosbit, en la provincia septentrional de Múrmansk.
