El presidente Vladímir Putin alertó este jueves sobre la ralentización de la producción industrial y de las inversiones en Rusia.
“Si queremos ser competitivos y resolver con éxito las tareas sociales, la economía rusa ha de desarrollarse más rápido que la mundial y, en cambio, se ha desacelerado en los dos últimos trimestres”, señaló Putin al intervenir en una reunión ampliada del Gobierno federal.
Recordó en particular que “la tasa del crecimiento de la producción industrial en los últimos meses cayó por debajo del 2% en términos anuales, al tiempo que disminuía la inversión en fondos fijos”.
También se mostró “preocupado por el incremento de los tipos de interés muy por encima de la inflación, lo que repercute inevitablemente en los créditos a la economía y a los ciudadanos”.
El presidente pidió tener en cuenta grandes retos a largo plazo, entre ellos, el demográfico, que consiste en el decreciente número de los ciudadanos en edad laboral, a lo cual se suma la escasez de personal cualificado.
Subrayó que ni Rusia ni las demás economías podrán volver al modelo del crecimiento previo a la crisis y exhortó a tomar en consideración los factores que influyen en la política económica a escala global, en particular, la rápida expansión de nuevos mercados regionales, la revolución del gas de esquisto y los importantes cambios tecnológicos.
“No podemos estar a la deriva, a la pasiva espera del cómo se configure la situación económica global, necesitamos actuar activamente, buscar nuevos enfoques”, declaró.
Al referirse al mercado laboral, señaló que el paro en Rusia bajó a un nivel sin precedentes, del 5,4%. “Ello significa que prácticamente no tenemos mano de obra ociosa, solo podemos evolucionar por la vía de la calidad”, dijo. Agregó que la principal fuente del crecimiento económico ahora es invertir en la capacitación del personal, en la mejora del rendimiento y en la renovación de las industrias.
