El Líbano y Jordania, vecinos de Siria, necesitan ayuda de la comunidad mundial para solucionar el problema de los refugiados sirios, según declaraciones hechas hoy en la conferencia de donantes para Siria.
El rey de Jordania, Abdalá II, dijo en particular: “Jordania ya ha agotado sus posibilidades”, e instó a crear un fondo internacional de ayuda a los refugiados, incluidos los sirios.
El presidente del Líbano, Michel Suleiman, informó que su país tiene abierta la frontera y acoge a los refugiados sirios y palestinos, a pesar de estar agotado su modesto presupuesto.
Suleiman exhortó a la comunidad mundial, sobre todo a los países árabes, a compartir las responsabilidades y recibir a refugiados en sus territorios.
De momento, los países del golfo Pérsico, ricos en petróleo, se limitan a contribuir con la ayuda financiera a la solución del problema de los refugiados, sin admitirlos en sus territorios.
Kuwait, Emiratos Árabes y Bahréin declararon en esta conferencia, en que participan 59 Estados y 13 organizaciones internacionales, que asignarán 620 millones de dólares para la ayuda humanitaria a Siria. Arabia Saudita destinó para ese fin 100 millones de dólares a finales de 2012.
Según datos de la ONU, a raíz de las operaciones de combate que se libran en el 60% del territorio de Siria, quedaron en ruinas un 50% de los hospitales y un 25% de las escuelas. Más de 700.000 sirios se convirtieron en refugiados. Aumentan los precios y el desempleo, surgen interrupciones en los suministros de víveres y medicinas.
