El tribunal de la ciudad de Berezniki, en los Urales, rechazó la solicitud de aplazar la condena de dos años de prisión impuesta a una de las integrantes del grupo Pussy Riot, María Aliójina.
A finales de 2012, la defensa de Aliójina, que cumple la condena en un centro penitenciario en Bereznikí, solicitó aplazar la condena por tener la enjuiciada un hijo menor.
Según explicó el juez, el tribunal "no encontró nuevas razones para suavizar el castigo".
En febrero de 2012, Tolokónnikova, Samutsévich y Aliojina en compañía de otras dos integrantes del grupo Pussy Riot irrumpieron encapuchadas en la catedral de Cristo Salvador en Moscú e interpretaron una “oración punk” que, entre otras cosas, decía “Madre de Dios, echa a Putin”. La actuación fue grabada en un vídeo que se publicó en Internet y provocó la indignación de numerosos creyentes ortodoxos.
En agosto, las tres jóvenes fueron declaradas culpables de gamberrismo por motivos de odio religioso y condenadas a dos años de cárcel.
La condena desató una fuerte polémica en la sociedad rusa y provocó críticas de Occidente. Las procesadas recibieron numerosas muestras de apoyo por parte de políticos y estrellas del mundo del espectáculo internacional, como Sting, Madonna y Paul McCartney. Incluso, fueron nominadas al Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia concedido por el Parlamento Europeo.
En octubre, a Samutsévich se le conmutó la pena de dos años de reclusión por una condicional. En cuanto a Tolokónnikova, cumple su pena en la república de Mordovia, situada a 600 kilómetros de Moscú.
En una entrevista con la televisión rusa en octubre pasado, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó de "acertada" la sentencia a las jóvenes, por considerar que su acción constituye un intento de "socavar los cimientos de la moral y destruir el país".
