El Gobierno de Siria se desmarcó este lunes de la muerte de decenas de personas en la localidad de Helfaya, en el oeste del país, al culpar de la masacre a los rebeldes.
Entre 60 y 100 personas que hacían cola para comprar pan en una panadería de Helfaya, en la provincia de Hama, murieron a causa de un bombardeo realizado por la Fuerza Aérea de Siria, según las fuentes de la oposición citadas el domingo por la prensa occidental.
El régimen desmintió hoy esta versión a través de la agencia de noticias oficiosa Sana y afirmó que las víctimas en Helfaya son resultado de un ataque de insurgentes que supuestamente grabaron en un vídeo sus propias fechorías para después achacarlas al Ejército regular.
El comunicado reconoce que las tropas gubernamentales realmente participaron en un enfrentamiento en Helfaya pero solo para frenar a los terroristas.
Según diversas estimaciones, el conflicto en Siria causó entre 20 y 40 mil muertos y medio millón de refugiados desde marzo de 2011.
