Rusia condenó hoy la masacre de civiles en la aldea alauita siria de Aqrab, al advertir de que podría causar una escalada del conflicto.
“Condenamos enérgicamente esta matanza vil de gente inocente”, declaró este miércoles el portavoz de la cancillería rusa, Alexandr Lukashévich. “Es una tragedia espeluznante, capaz de empeorar drásticamente las relaciones religiosas” en Siria, dijo.
Entre 125 y 150 civiles, en su mayoría, alauitas, perdieron la vida o resultaron heridos en Aqrab a raíz de varias explosiones que tuvieron lugar el martes en esta aldea de la provincia de Hama durante los enfrentamientos entre milicias progubernamentales e insurgentes, según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) que monitorea el conflicto desde Londres.
Lukashévich señaló que el terrorismo es una práctica cada vez más recurrente en el conflicto entre la oposición armada y el Gobierno de Bashar Asad, y lamentó que algunos socios de Moscú hayan desatendido sus reiteradas advertencias al respecto.
“La nueva tragedia ocurrida en Siria requiere, a nuestro juicio, de una reacción adecuada por parte de la comunidad internacional”, destacó el diplomático ruso. Reafirmó la necesidad de volver a las pautas del arreglo que el Grupo de Acción para Siria marcó en el comunicado final tras su reunión en Ginebra, el pasado 30 de junio.
El conflicto en Siria causó, según diversas estimaciones, entre 20 y 40 mil muertes desde marzo de 2011. Medio millón de sirios se vieron obligados a huir a los países vecinos, principalmente, Jordania y Turquía, según la agencia de refugiados de la ONU, ACNUR.
