El presidente ruso, Vladímir Putin, en su mensaje anual al Parlamento federal, esbozó hoy una serie de reglas a introducir en la vida política en Rusia.
La rivalidad política es “desde luego, un bien para el país” pero hace falta definir “una especie de reglamento para la competencia leal” en esta materia, declaró Putin en su mensaje a la Asamblea Federal, el primero desde su vuelta a la presidencia en mayo de 2012.
Exigió eliminar de la actividad política los menores visos de separatismo, injerencia externa y criminalidad.
“Primero, la unidad, la integridad y la soberanía de Rusia son incondicionales (…) Segundo, es inadmisible la injerencia foránea, directa o implícita, en los procesos de nuestra política interna. Un activista que recibe por su labor dinero desde el extranjero y, por lo tanto, sirve seguramente a los intereses ajenos, no puede ser político en Rusia. Tercero, en la política no puede haber cabida para criminales”, subrayó.
El presidente manifestó que “un diálogo civilizado es posible únicamente con las fuerzas políticas que formulan, presentan y argumentan sus demandas de forma civilizada también, y las defienden en el marco de la ley”.
“Una modernización del sistema político es natural y hasta necesaria pero es inaceptable pagar por el afán de cambios con la destrucción del Estado en sí”, recalcó. Toda la historia de Rusia, según Putin, “lo clama a gritos”.
La democracia en Rusia, según el presidente, se basa en “tradiciones propias del autogobierno popular”, no en “la implementación de estándares impuestos desde fuera”.
El mandatario ruso se pronunció por restablecer un sistema mixto en las elecciones a la Duma de Estado (Cámara Baja), redefinir los límites de las circunscripciones electorales y considerar la restauración de los bloques electorales. También sugirió que los miembros del Parlamento federal tengan derecho a presentar mociones legislativas en sus correspondientes asambleas regionales, para que la legislación nacional esté más vinculada a la vida de las regiones.
Destacó que “la autoridad no debe ser una casta aislada” y aseguró que el Estado se empeñará en garantizarles a los partidos políticos la igualdad en el acceso a los medios, no solamente durante las campañas electorales sino también en la vida cotidiana. Al mismo tiempo, reconoció que no será una tarea fácil porque el número de los partidos políticos en Rusia aumentó de siete en enero pasado a 48 en la actualidad, y otros 200 están en proceso de creación.
