Un tribunal de Moscú declaró hoy “extremistas” los vídeos del polémico grupo feminista Pussy Riot, incluida la grabación de su “oración punk” en la catedral de Cristo Salvador de Moscú en pasado mes de febrero que valió dos años de cárcel a tres de las integrantes del conjunto.
Tras la sentencia en firme, los vídeos del grupo serán incorporados a la lista de materiales extremistas prohibidos, cuya divulgación podría constituir un delito penal. También se deberá bloquear el acceso a los vídeos del grupo publicados anteriormente.
El fallo se basa en un informe de expertos del Instituto Ruso de Culturología que analizaron las filmaciones y llegaron a la conclusión de que estas “instigan de forma encubierta disturbios similares a los organizados por el movimiento Ocupy Wall Street o a los que han tenido lugar en países árabes”.
Los vídeos del grupo punk también contienen un llamamiento a “presionar a agentes de la ley para reclutarlos para su causa”, en opinión de los especialistas.
Por su parte, el fiscal argumentó que la difusión de estos vídeos “puede conducir a la incitación de odio racial y perjudica los derechos de un número indefinido de personas”.
La propia juez que dictó la sentencia estudió los vídeos a partir de las descripciones, del storyboard y los fotogramas que figuraban en el expediente, y no vio ninguno de ellos íntegramente.
El pasado 21 de febrero, varias integrantes de Pussy Riot irrumpieron encapuchadas en la catedral de Cristo Salvador, principal templo de la Iglesia Ortodoxa Rusa, e interpretaron una “oración punk” que incluía expresiones “Mierda bendita” y “Madre de Dios, echa a Putin”. La actuación fue grabada en un vídeo que se publicó en Internet y provocó la indignación de numerosos creyentes ortodoxos.
Medio año después, tres de las participantes del “rezo”, Nadezhda Tolokónnikova, María Aliojina y Ekaterina Samutsévich, fueron declaradas culpables de gamberrismo por motivos de odio religioso y sentenciadas a dos años de cárcel, aunque una de ellas, Samutsévich, obtuvo posteriormente la libertad condicional.
La condena a las Pussy Riot desató una polémica en la sociedad rusa y provocó críticas de Occidente. Las jóvenes recibieron numerosas muestras de apoyo por parte de políticos y estrellas del mundo del espectáculo internacional, como Sting, Madonna o Paul McCartney y fueron nominadas a distintos premios internacionales. En particular, la prestigiosa revista Time las incluyó en su lista de candidatos a Personaje del Año 2012.
