Irán inició la construcción de una tubería que transportará su gas natural a Siria vía Irak, iniciativa con la que espera suavizar el impacto de las sanciones occidentales sobre su industria de hidrocarburos, según la prensa internacional.
Irán, Irak y Siria firmaron en julio pasado un acuerdo sobre este gasoducto que se extenderá a 1.500 km, se hará operativo en el segundo semestre de 2013 y, en un futuro, podría suministrar el gas iraní a otros países. El primer tramo de 225 km, evaluado en 3.000 millones de dólares, pasará por el territorio iraní.
Actualmente, Irán es el cuarto productor mundial del gas pero ocupa el segundo lugar detrás de Rusia en cuanto a las reservas gasistas, estimadas en 28 billones de metros cúbicos.
El consumo del gas natural en Siria ronda 4.400 millones de metros cúbicos al año.
La negativa de suspender las obras de enriquecimiento de uranio que, según las sospechas de Occidente, podrían conducir a la creación de armas nucleares, le valió a Irán una serie de sanciones económicas, en particular, el embargo petrolero. Estas medidas fueron el detonante de una crisis económica que provocó la devaluación de la moneda iraní, el rial, en más de un tercio.
