Israel registró hoy las primeras bajas desde que su Ejército lanzara una serie de ataques aéreos contra la Franja de Gaza: tres vecinos de la localidad de Kiryat Malachi, en el sur del país, murieron al impactar en su casa un proyectil palestino.
Otras dieciséis personas resultaron heridas y 32 más necesitaron ayuda para superar el choque psicológico, según las autoridades israelíes.
Las milicias palestinas lanzaron en las últimas veinticuatro horas unos 250 proyectiles contra el territorio israelí. Uno detonó sin causar víctimas ni destrucciones en las inmediaciones de Rishon LeZion, ciudad situada a unos 20 km de Tel Aviv.
De momento, los militares israelíes no especifican la clase de este proyectil pero su alcance es obviamente superior al de los Qassam y los Grad, principales cohetes en el arsenal de las milicias palestinas.
Los misiles iraníes Fajr-5, que militares israelíes se empeñan en encontrar y destruir en Gaza desde que se iniciaron los ataques aéreos, tienen las características necesarias para alcanzar las zonas céntricas de Israel.
La mayoría de los proyectiles palestinos caen a una distancia máxima de 40 km de la frontera. En esta zona, en la que reside un millón de israelíes, ya se extremaron las precauciones para garantizar la seguridad de los civiles.
Las sirenas de defensa antiaérea funcionaron este jueves, por primera vez en muchos años, al sur de Tel Aviv, según los datos policiales. Testigos hablan de un estampido muy fuerte pero, de momento, se ignora si fue una explosión o el impacto de un proyectil.
La última vez que Tel Aviv sufrió un bombardeo fue durante la operación Tormenta del Desierto, en 1991. Por aquellas fechas, varios misiles iraquíes cayeron en las inmediaciones de la ciudad.
