Rusia manifestó este jueves su profunda preocupación por la escalada del conflicto entre los palestinos e Israel que lanzó la víspera una veintena de ataques aéreos contra las milicias de la Franja de Gaza.
La operación israelí Columna de Humo causó en Gaza al menos 15 muertos, entre ellos, el jefe militar de Hamas en este enclave, Ahmed Habari, y un niño. Tel Aviv afirma que los ataques son una respuesta a los continuos bombardeos del sur de Israel: solo en las últimas 24 horas se lanzaron más de 250 proyectiles desde la Franja de Gaza.
“Seguimos muy de cerca la situación. El presidente (Vladímir) Putin recibe la información en tiempo real, claro que estamos preocupados”, declaró a la prensa el portavoz del jefe del Estado, Dmitri Peskov.
Agregó que Putin planea una serie de contactos internacionales a raíz de lo que está ocurriendo en Gaza.
En una conversación telefónica con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el líder ruso instó a “hacer lo posible por rencauzar la situación en el marco político”.
También el portavoz de Exteriores, Alexandr Lukashévich, expresó su honda preocupación por los acontecimientos.
“Los bombardeos del sur de Israel, al igual que los ataques desmesurados contra la Franja de Gaza, son absolutamente inadmisibles, máxime que provocan víctimas civiles en ambos bandos”, dijo el diplomático.
Exhortó a ambas partes a “cesar de inmediato la confrontación armada, prevenir la escalada del conflicto y un nuevo baño de sangre, así como respetar estrictamente las normas del derecho humanitario internacional, ante todo, en lo concerniente a la necesidad de evitar daños a civiles”.
Por ahora, la operación Columna de Humo se limita a los ataques aéreos pero portavoces del Ejército de Israel mencionaron ayer la posibilidad de iniciar una operación terrestre en Gaza.
Un portavoz de la cancillería israelí, en declaraciones a la televisión rusa RT, dijo que, por su precisión, es una de las mejores operaciones militares de la historia.
Su anterior intervención militar en Gaza, Plomo Fundido, costó la vida a 1.400 palestinos de Gaza en el linde de 2008 y 2009.
