El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró hoy a la prensa que a bordo del avión sirio que cumplía el vuelo de Moscú a Damasco no hubo ningunas armas, sólo unos elementos de radares, que era una carga absolutamente legal.
“No tenemos ningunos secretos. A bordo de ese avión no hubo ni podía haber armas”, dijo el canciller tras participar en una reunión del presidente de Rusia con los miembros del Consejo de Seguridad ruso.
Señaló que el aparato llevaba una carga que la parte rusa suministra de un modo absolutamente legítimo y que no está prohibida por ningunas convenciones internacionales. Dijo que el suministrador exigirá su devolución.
Moscú espera de Ankara explicaciones respecto a su negativa de dar acceso a los diplomáticos rusos hacia los ciudadanos de Rusia que se encontraban a bordo del avión, señaló.
El miércoles pasado, varios cazas F-16 de la Fuerza Aérea turca obligaron a aterrizar un avión de pasajeros sirio que cubría la ruta entre Moscú y Damasco. La aeronave con 35 pasajeros a bordo, incluidos 17 ciudadanos de Rusia, pudo continuar el vuelo a la capital siria tras ocho horas de registro a bordo.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró que al avión transportaba una carga militar.
Los principales organismos rusos responsables de exportaciones militares negaron tener relación alguna con la carga intervenida.
