Siria no tiene problemas con el pueblo de Turquía, los tiene con su Gobierno, declaró el presidente sirio Bashar Asad al rotativo turco Aydinlik que publicó el texto de su entrevista este jueves.
“No tenemos ningunos problemas con el pueblo ni con los militares de Turquía. Siria nunca ha tratado a este país vecino como a un enemigo, sino como a un hermano. Tenemos problemas con el Gobierno de Turquía. La posición que mantiene es la causa de la tensión en nuestra frontera común”, dijo Asad.
Las relaciones entre Turquía y Siria se agravaron tras el incidente fronterizo del 3 de octubre, cuando unos proyectiles lanzados desde el territorio sirio explotaron en Akcakale, sureste de Turquía, con un saldo de cinco muertos y once heridos. La parte turca abrió el fuego de respuesta.
El 4 de octubre, el Parlamento de Turquía concedió al Gabinete de Ministros un mandato de un año de duración para llevar a cabo operaciones militares transfronterizas, en particular con respecto a Siria.
Al comentar esa decisión del Legislativo turco, el presidente sirio recalcó que Turquía no tiene ningún motivo para declarar guerra. “Desde los primeros días del conflicto (entre las autoridades sirias y la oposición) no descartamos unas provocaciones. Ahora las tenemos”, dijo Asad, añadiendo que se debe corregir los errores mediante las negociaciones.
También indicó que hace falta realizar una investigación conjunta para aclarar si el incidente de Akcakale ocurrió por culpa de la oposición o el Ejército sirio lanzó unos proyectiles por error. Para eso se necesita establecer cooperación entre los Gobiernos de ambos países, añadió.
Turquía fortaleció su presencia militar en la frontera con Siria y durante los últimos días abrió fuego en más de una ocasión tras la caída sobre su territorio de unos proyectiles procedentes de la parte siria.
Según unos medios locales, si ocurren nuevos incidentes fronterizos, la aviación turca podrá bombardear territorio sirio. Para confirmar esa tesis, la prensa informa que 25 cazas F-16 fueron trasladados adicionalmente a la base área de Dyarbakir, situada en el sudeste de Turquía.
El conflicto en Siria dura desde marzo de 2011y ya se cobró más de 20.000 mil vidas, según datos de la ONU. Las autoridades sirias declaran que se ven obligadas a afrontar la resistencia de unos grupos de la oposición bien armados que reciben apoyo desde el exterior.
