La actitud de Finlandia hacia los niños rusos y sus padres residentes en el país contradice los principios de una sociedad civilizada, declaró hoy el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
“A un recién nacido lo separan de la madre. ¿Cómo concuerda tal trato con los principios de una sociedad civilizada?”, señaló Lavrov al intervenir hoy en una reunión de la Asociación Rusa de Empresarios Europeos.
Dijo que los casos como éste ensombrecen las relaciones mutuas en las que existe el deseo de fortalecer la cooperación en muchas esferas.
Anteriormente se supo que unos funcionarios del servicio social finlandés quitaron los cuatro niños, incluido un bebé, a Anastasía Zavgoródnaya, ciudadana de Rusia y de Finlandia, después de que su hija Verónica, de seis años, dijo en la escuela que el padre le había dado una palmada en las nalgas.
El servicio social finlandés autorizó a la madre rusa ver a sus hijos solo una vez al mes, incluido el bebé de apenas una semana, al que prohibieron amamantar. No le permitieron hablar en ruso con sus hijos durante los encuentros.
Situaciones similares surgen a menudo en Finlandia tras entrar en vigor en 2008 en el país una ley que obliga a retirar primero al niño de la familia y solo luego investigar el problema ocurrido.
Anteriormente, en una situación parecida se vieron las familias ruso-finlandesas Rantala, Salonen, Putkonen.
