El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó hoy de inadmisible instigar la violencia en el Oriente Próximo y otras zonas de conflicto.
“Cualquier forma de incitación a la violencia para cambiar un régimen conducen a un callejón sin salida. La violencia genera más violencia”, advirtió Putin al recibir este miércoles las credenciales de varios embajadores extranjeros.
El mandatario ruso previno de sustituir los principios universales del derecho internacional por acciones unilaterales, acuerdos de alianzas o uso de la fuerza al margen la Carta de Naciones Unidas.
“Es necesario garantizar la supremacía del derecho en el ámbito internacional, lo mismo que en asuntos domésticos”, dijo.
También se pronunció por “incrementar los esfuerzos colectivos para hacer frente a las amenazas terroristas y al extremismo dondequiera que surjan, en Libia, Irak, Yemen, Siria, Egipto o Afganistán”. “No hay cabida para doble rasero aquí”, declaró.
“A los terroristas hay que darles una respuesta dura y unánime, respetando a un mismo tiempo los valores culturales y los sentimientos religiosos de los pueblos”, según Putin.
El emir de Qatar, Hamad bin Jalifa Al Thani, llamó la víspera a las naciones árabes a intervenir en Siria, habida cuenta de que el Consejo de Seguridad de la ONU se ve incapaz de acordar una solución para el arreglo en este país.
Desde marzo de 2011, el conflicto entre el régimen de Bashar Asad y la oposición armada causó más de 20.000 víctimas, según la evaluación de la ONU. La ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que monitorea desde Londres la evolución del conflicto, estima el número de muertos en al menos 29.000.
