Rossiyskaya gazeta
La postura de Rusia respecto a los conflictos territoriales en Asia debe ser imparcial
Los conflictos están azotando a Asia, escribe hoy el periódico gubernamental Rossiyskaya gazeta.
Un nuevo contencioso territorial en torno a las islas Senkaku (Diaoyu, según la denominación china) disputadas por Pekín y Tokio agudizó drásticamente las relaciones entre China y Japón.
La decisión de Tokio de comprar a propietarios privados las islas disputadas por China desde finales del siglo XIX, provocó un poderoso ataque por parte de Pekín. Por supuesto, las partes se abstendrán de desatar una guerra, aunque muchos la auguran,
El intercambio comercial entre ambos países es de unos 300.000 millones de dólares. China es el mercado principal para las mercancías niponas, Japón es el cuarto mercado por importancia para los fabricantes chinos.
Últimamente se ha podido observar un crecimiento de inversiones por ambas partes. Es decir, el precio de la ruptura de relaciones es enorme y tanto China como Japón lo entienden perfectamente. Pero este conflicto no tiene solución y su actual agudización no se detendrá.
Las reclamaciones territoriales son algo muy común en la política asiática. La mayoría de los países de la región tienen este problema. Tanto los actores principales -como China, Japón, Corea e India- como los países y territorios de segundo rango -como Vietnam, Filipinas, Malasia, Indonesia o Taiwán- están metidos en diferentes disputas sobre los espacios terrestres y marítimos.
Mientras que en Europa se logró resolver al menos una parte de los conflictos históricos en la segunda mitad del siglo ХХ, en Asia no se logró pactar una reconciliación. Las partes acordaron dejar las disputas para resolverla después, en favor de otros intereses más urgentes para las relaciones bilaterales. Pero nadie olvidó nada.
¿Qué debería hacer Rusia en esta coyuntura? Es importante que el gigante eurasiático no se mezcle en los conflictos que estallan con frecuencia entre unos países y otros. A Rusia no le queda nada más que observar los eventos sin intervenir y sin apoyar a ninguna de las partes. Todavía tiene el privilegio de poder actuar como observador imparcial.
Rusia debe aplicar una política muy sutil respecto a sus vecinos en la región del Asia-Pacífico junto con un incremento de la fuerza política, económica y militar en la parte oriental del país. Si en el siglo pasado, las fuerzas principales fueron orientadas al desarrollo de la política en la dirección occidental, ahora es necesario dirigir los recursos intelectuales hacia el Este.
Novie izvestia, Nezavisimaya gazeta, Rossiyskaya gazeta, Moskovski komsomolets
El parlamento ruso estudia aprobar penas de prisión por las ofensas religiosas
Los diputados a la Duma de Estado (cámara baja del parlamento ruso) aprobaron el pasado martes 25 de septiembre de manera unánime la declaración ‘De la defensa de los sentimientos religiosos de los ciudadanos de Rusia’ a la vez que se admitió a trámite un proyecto de ley al respecto, escriben en su edición de hoy los periódicos Novie izvestia, Nezavisimaya gazeta, Rossiyskaya gazeta y Moskovski komsomolets.
En la declaración adoptada se afirma que el asesinato de líderes espirituales, el vandalismo contra la Iglesia y "las gamberradas blasfemas" suponen una amenaza para Rusia y debían tener castigo. El proyecto de ley prevé calificar la ofensa a los sentimientos religiosos de los creyentes como delito, penado con hasta cuatro años de prisión.
"El proyecto de ley ha sido admitido a trámite. Se tipifica el delito relacionado con la ofensa de sentimientos y convicciones religiosas", anunció el presidente del comité de organizaciones sociales y religiosas de la Duma, Yaroslav Nílov. En caso de aprobarse la ley, el nuevo delito será castigado, además de con penas de dos a cuatro años de prisión, con multas de hasta 200.000 rublos (unos 6.500 dólares) o trabajos obligatorios de hasta 200 horas. La ley en vigor contempla para este tipo de delitos una multa de 40.000 rublos (unos 1.300 dólares) y hasta tres meses de cárcel.
Nílov destacó que las enmiendas a la legislación vigente contemplarían la posibilidad de tomar en cuenta tanto circunstancias agravantes como atenuantes, en particular la motivación del delito. “Si, por ejemplo, alguien destruye una cruz por dinero, su avaricia merece un castigo menor que un deseo consciente de ofender a los creyentes.
Hoy en día si alguien profana el Corán o un icono ortodoxo puede librarse de las consecuencias pagando una multa de 500 a 1.000 rublos (de 15 a 30 dólares) conforme lo establecido por el Código Administrativo. Siempre lo intentan sustituir por una sanción administrativa como puso de manifiesto el reciente proceso contra Pussy Riot”.
Tres jóvenes integrantes de Pussy Riot fueron condenadas a dos años de cárcel por "gamberrismo motivado por odio religioso" tras irrumpir en un templo ortodoxo para cantar contra Putin. Muchos opositores rusos, organizaciones de derechos humanos y las cancillerías occidentales creen que se trata de una simple gamberrada.
La aprobación de la declaración por la Duma coincide también con una serie de ataques contra los símbolos religiosos, como la destrucción de cruces ortodoxas en Rusia tras conocerse el veredicto contra las Pussy Rioty, y con las protestas que se han repetido en varios países musulmanes contra el vídeo que se burlaba del profeta Mahoma.
"Todas estas acciones tienen como objetivo desestabilizar los principios morales que conforman Rusia, desacreditar sus tradiciones y, en esencia, minar la soberanía nacional", afirma la resolución de la Duma, que habla de la defensa de los sentimientos religiosos de los creyentes de diferentes confesiones, aunque subraya el papel protagonista de la Iglesia Ortodoxa rusa en el país.
Rossiyskaya gazeta, Novie izvestia, Kommersant
Putin aboga por mejorar la imagen de Rusia en el ámbito de cultural
El renovado Consejo Presidencial de Arte y Cultura, encabezado por el presidente ruso, Vladímir Putin, se reunió ayer en el Palacio del Kremlin, escriben hoy los periódicos Rossiyskaya gazeta, Novie izvestia y Kommersant.
Putin anunció que el Gobierno ruso planea destinar 4.000 millones de rublos (unos 121 millones de dólares) a aumentar los salarios de los que trabajan en las instituciones culturales en un 30% o 33%. El presidente ruso declaró que esta medida se hará realidad, a pesar de problemas con el presupuesto federal.
Según Putin, tanto de las personalidades de la cultura como de los empleados de las instituciones culturales depende la conservación de la llamada “imagen cultural” de Rusia, cuya pérdida puede debilitar al país. "La cultura es una parte inalienable de nuestra vida y no puede estar al margen”, dijo el presidente. “De su calidad depende nuestro destino, el destino de nuestros hijos y la imagen colectiva de nuestra sociedad”, añadió.
El mandatario ruso destacó la importancia de evitar que los rusos pierdan su “código cultural”. Según Putin, los productos culturales de mala calidad representan una amenaza para el desarrollo de este sector. El jefe de Estado ruso los comparó con el “fast food” cultural.
El presidente Putin cree que existe riesgo de “pobreza cultural” de los jóvenes rusos y recomienda resolver este problema desde el sector de educación.
Según Putin, las escuelas, colegios, universidades deben educar a los individuos, enseñarles a pensar de manera independiente y no solo a transmitir la información sino a distinguir el bien del mal.
“Estoy seguro de que la tarea principal de la educación es configurar una cultura interior y un gusto del ser humano, así como sus valores e ideología”, afirmó el mandatario ruso.
Al mismo tiempo, es necesario intensificar la actividad del propio Consejo Presidencial de Arte y Cultura. Putin propuso crear una página web especial en la que se podrá recibir la información sobre la actividad del Consejo y sus resultados.
Además, se prevé que el Consejo Presidencial de Arte y Cultura se ocupe próximamente del registro de los objetos del patrimonio cultural. “Pido al ministerio de Cultura que estudie estos asuntos junto con el Consejo Presidencial de Arte y Cultura para presentar los problemas existentes y sus posibles soluciones en el informe sobre el estado de los objetos del patrimonio cultural de Rusia, que debe ser entregado al Gobierno y abierto a discusión pública en octubre próximo”, dijo Putin.
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