Jalili, citado por el periódico israelí The Jerusalem Post, dijo que Irán lo hizo “a fin de proteger sus instalaciones nucleares”, así como intereses económicos.
Según el negociador, la treta funcionó y algunos datos incorrectos fueron traspasados luego al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)
“A veces mostramos debilidad donde no la tenemos. A veces mostramos fortaleza donde no la tenemos. Lo cual se hizo evidente luego en las negociaciones con el OIEA”, confesó Jalili.
El director general del OIEA, Yukiya Amano, declaró el 17 de septiembre que Irán no coopera debidamente con su entidad, por lo cual es imposible dar garantías de que no esté elaborando tecnologías para la producción del arma nuclear.
Al mismo tiempo, reafirmó la disposición de continuar el diálogo sobre el programa nuclear iraní.
El sexteto de mediadores internacionales (Rusia, Gran Bretaña, China, EEUU, Francia y Alemania) y el OIEA insisten en que Irán suspenda las obras de enriquecimiento de uranio que pueden presentar amenaza para el régimen de no proliferación nuclear.
EEUU, Israel y varios países del Occidente sospechan que Irán viene desarrollando armas nucleares bajo la cobertura de su programa de energía atómica. Teherán rechaza esas acusaciones y afirma que busca únicamente satisfacer la creciente demanda de energía eléctrica.
