El Servicio Penitenciario Nacional de Ucrania denegó a un grupo de diplomáticos de la Unión Europea (UE), entre los que figura el canciller de Suecia, el permiso para visitar a la encarcelada ex primera ministra del país, Yulia Timoshenko, que actualmente se encuentra ingresada en un hospital de Járkov.
El permiso para visitar a Timoshenko, condenada en 2011 a siete años de prisión por abuso de poder, fue solicitado por el ministro de Exteriores de Suecia, Carl Bildt, el embajador del país escandinavo en Kiev, Stefan Gullgreng, y el ex presidente de la Eurocámara, Jerzy Buzek.
El Servicio Penitenciario basó su decisión en una recomendación de los médicos de la clínica alemana Charité que atienden a la ex jefa del Gobierno ucraniano y que aconsejaron reducir al mínimo las visitas que recibe su paciente, por considerar que impiden su buena evolución.
Según la entidad, desde su hospitalización en mayo pasado Timoshenko ha tenido cerca de 60 visitas de “terceros”, entre ellos numerosos políticos y activistas europeos.
Al mismo tiempo, la líder opositora puede seguir viendo a sus abogados sin limitación alguna, aseguró el organismo.
En octubre de 2011, un tribunal de Kiev condenó a Yulia Timoshenko a siete años de cárcel por abuso de poder al firmar en 2009 un contrato de gas con Rusia que el actual Gobierno ucraniano considera perjudicial para los intereses del país.
El veredicto agravó las relaciones entre Kíev y la Unión Europea, que calificó de políticamente motivada la condena contra la ex primera ministra.
La propia Timoshenko afirma que se trata de una venganza del presidente del país, Víctor Yanukóvich, quien a su vez ha negado en reiteradas ocasiones la existencia de connotaciones políticas en el "caso Timoshenko".
