Kommersant, Rossiyskaya gazeta, Novie izvestia
El asesinato del líder musulmán en Daguestán frena el proceso de reconciliación religiosa
Un atentado suicida en la aldea de Chirkei en la república norcaucásica rusa de Daguestán causó el pasado martes 28 de agosto la muerte del líder Said Afandi, líder de una comunidad sufí, lo cual podría interrumpir el proceso de la reconciliación religiosa en la región, escriben en su edición de hoy los periódicos Kommersant, Rossiyskaya gazeta y Novie izvestia.
Alrededor de las 17.00 horas una mujer se hizo pasar por una peregrina y, tras acercarse a Said Afandi, detonó su cinturón de explosivos, informa el Ministerio daguestaní del Interior. Afandi de 74 años, murió en el acto por la explosión, al igual que cinco creyentes de los siete que se encontraban en la casa del jeque en Chirkei. Otras dos personas resultaron heridas.
Miles de personas de toda la república empezaron a peregrinar a Chirkei para despedir al maestro. A su entierro por la noche del mismo día acudieron más de 80 mil daguestaníes.
El jeque Said Afandi, nacido en Chirkei en 1937, era maestro espiritual de una ‘tariqa’ (comunidad) que agrupaba a un millar de adeptos del sufismo, también llamado el islam tradicional a diferencia del salafismo (wahhabismo).
Afandi gozaba de un gran prestigio en la región, incluso los políticos más influyentes de la república acudían para pedirle consultas. Muchos analistas aseguran que el asesinato del religioso podrá provocar las consecuencias más ingratas para Daguestán, que en los últimos años está a borde de una guerra civil.
Según una de las principales versiones extraoficiales, los organizadores del asesinato pretenden con él interrumpir, e incluso suspender, el proceso de reconciliación entre los sufíes y la salafistas, seguidores de un movimiento sunita que reivindica el retorno a los orígenes del islam, fundado en el Corán y la Sunna.
El inicio de este proceso fue marcado a finales de abril de 2012 cuando en la principal mezquita de la capital daguestaní, Majachkalá, se celebró una asamblea conjunta de los representantes de las dos ramas de islam. El jeque Said Afandi había dado su bendición para el acto. Ahora su asesinato el pasado martes podrá complicar el acercamiento. “Los criminales no conseguirán dividir Daguestán, destruir nuestra unidad, sembrar el miedo y el odio”, dice la declaración del gobierno daguestaní divulgada el mismo martes.
Tampoco se descarta que otro objetivo del atentado fuese obligar a los partidarios del maestro sufita a tomar las armas que están convencidos de que el jeque se había creado ernemigos a raíz de su crítica del extremismo religioso.
Farid Asadullin, vicepresidente de la Dirección Espiritual de los Musulmanes de la parte Europea de Rusia comentó al diario Novie izvestia que el motivo principal del asesinato es la confrontación de los partidarios de diferentes ramas de islam en la república. Además, no descarta que en el atentado estén involucradas fuerzas externas que “pretenden separar el Cáucaso de Rusia para formar en su territorio el Emirato Caucásico”.
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Nezavísimaya gazeta
Rusia no podrá evitar una nueva oleada de la crisis global
La economía rusa está bajando su ritmo de crecimiento, informa en su edición de hoy el diario Nezavísimaya gazeta.
La ralentización es paulatina pero imparable señalan los expertos: se está detectando la tendencia a la baja de los principales indicadores de la demanda interna: inversiones, volúmenes de ventas al por menor y gastos del presupuesto federal. El aumento de dichos indicadores equivalía en agosto a 3,8%, 5,1% y 10%, respectivamente, reduciéndose en comparación con principios del año.
“Algunos indicios indudables de la crisis se detectaron ya en julio, al reducirse el PIB, a pesar de la aparente tranquilidad, en un 0,2% en comparación con el mes anterior y los ritmos de crecimiento en comparación con julio del año pasado hasta un 2,9%”, indican los expertos.
Los indicadores de los sectores clave de la industria rusa tampoco presentan un panorama muy prometedor. Por una parte, de acuerdo con las estadísticas oficiales, la producción industrial creció en julio en un 3,4% en comparación con el mismo mes del año pasado. Sin embargo, habría que tener en cuenta que julio de este año ha tenido un día laboral más que el del año pasado, de modo que no es tan fácil evaluar la situación real.
En los últimos 11 meses se registró una fuga de capitales al extranjero por un monto total de más de 100.000 millones de dólares, lo que equivale al 5,4% del PIB en 2011. “No es ningún secreto que no puede haber desarrollo sostenible de la economía si no se realizan las inversiones y en Rusia, tras agotarse la inercia interna, el crecimiento de hecho se ha parado”, explica el director del Instituto de la Política Social, Sergéi Smirnov.
Los expertos señalan que los actuales precios de petróleo no permitirán que el crecimiento económico de Rusia se pare del todo, pero es el único factor positivo del momento actual. Además, a partir del próximo 1 de septiembre subirán las tarifas de los servicios municipales, entre ellos, la calefacción en un 6% y el agua, en un 4%, lo que inevitablemente llevará al aumento de la inflación.
El Gobierno, prosiguen los expertos, es incapaz de remediar la situación. “Durante mucho tiempo nadie se ha preocupado de cambiar la estructura de la economía, hacerla menos dependiente del gas y petróleo y ahora este proceso es demasiado lento. Por otra parte, dada la ralentización del desarrollo económico de China, la reducción de los gastos presupuestarios en Estados Unidos y la crisis de la deuda pública en Europa, Rusia tampoco está muy mal”.
El principal objetivo del Estado en estos momentos es, en opinión de los expertos, no cambiar las leyes y mantener la estabilidad de la moneda nacional.
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Novie Izvestia
La política migratoria rusa aumenta la inmigración ilegal
La política migratoria aplicada por las autoridades rusas no hace sino poner barreras para cuadros cualificados y aumentar la inmigración ilegal, informa en su edición de hoy el diario Novie Izvestia.
En la próxima reunión de la Comisión Presidencial para Asuntos de las Nacionalidades, que se celebrará en septiembre, el Servicio Federal de Migraciones de Rusia tiene previsto plantear la posibilidad de introducir un procedimiento simplificado de obtención de la nacionalidad rusa para los “rusos étnicos” y los antiguos ciudadanos de la URSS. En la actualidad suelen tener el estatus de ciudadanos de otros países.
La legislación vigente en la esfera de migración es absurda hasta tal punto que en primer lugar afecta los intereses del propio Estado ruso, señalan los expertos.
La Ley "De la Ciudadanía" no prevé casi ninguna ventaja para quienes regresan a su país de origen ni para los jóvenes especialistas altamente cualificados. A veces se tardan años en demostrar a las autoridades migratorias rusas el derecho de recuperar la nacionalidad de un país que se había abandonado en un momento determinado.
Como resultado, Rusia se ve invadida por millones de inmigrantes ilegales procedentes en su mayoría de los países de Asia Central, que buscan colocación de barrenderos u operarios de la obra.
Personas que en su momento no formalizaron su nacionalidad se ven obligadas ahora a pasar por todas las etapas de un procedimiento muy largo, sin poder disfrutar plenamente de sus derechos. Además, existen determinadas cuotas para la concesión de la nacionalidad rusa, de modo que uno puede esperar años y no conseguir el resultado deseado.
Sin embargo, si se concierta matrimonio con un ciudadano ruso la situación se simplifica.
La iniciativa del Servicio Federal de Migraciones de simplificar el procedimiento de obtención de la nacionalidad rusa viene condicionada por un excesivo número de solicitudes presentadas.
Los expertos coinciden de manera unánime en que la legislación migratoria ha de someterse a correcciones, en primer lugar respecto a los llamados “rusos étnicos”, los nacidos de los padres rusos o representantes de otras etnias que tradicionalmente han vivido en el territorio del país, como por ejemplo los tártaros y los baskires.
Se podría recuperar el proyecto de ley sobre la repatriación presentado en 1992 y que nunca llegó a aprobarse. Concedía determinadas ventajas a quienes querían volver a su país de origen, mientras que en la actualidad la ley trata de forma igual a todos los aspirantes a la nacionalidad rusa.
A pesar de la falta de recursos laborales de la que hablan tanto las autoridades, ni siquiera los jóvenes profesionales de alta cualificación tienen preferencia a la hora de solicitar la nacionalidad. “Como no les facilitamos las cosas a las personas con alto grado de cualificación, desgraciadamente prefiere acudir a nuestro país gente que busca el trabajo más duro. Algunos profesionales que vienen tampoco pueden encontrar colocación que deberían, tienen que trabajar de barrenderos y es absurdo”, señalan los expertos.
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