El Patriarca de Moscú y toda Rusia, Kiril, y el Presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia, monseñor Iosef Mijalik, reunidos hoy en Varsovia, dirigieron un mensaje de reconciliación a los pueblos ruso y polaco.
“Exhortamos a nuestros creyentes a que pidan perdón los unos a los otros por las ofensas mutuas, la injusticia y otras obras malas (…). Emprendemos el camino de un diálogo sincero, esperando que ayude a cicatrizar las heridas del pasado y superar los prejuicios y la incomprensión mutuos”, dice este documento firmado en el marco de la primera en la historia de relaciones ruso-polacas visita oficial a Polonia del máximo dignatario de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
La ceremonia de la firma se desarrolló en el Palacio Real, en el corazón mismo de la capital polaca, en presencia del clero, políticos, diplomáticos y personalidades públicas.
Ambas Iglesias fueron perseguidas por unos regímenes totalitarios ateos en el siglo XX, señala el documento, subrayando que el perdón no significa olvido. Dice que la reconciliación puede conseguirse sólo conociendo la plena verdad sobre el pasado.
En ese documento dirigido tanto a los creyentes como a todas las personas de buena voluntad, las dos Iglesias proclaman su aspiración a cooperar con las autoridades de sus países en cuestiones de la familia, educación y orden público.
Señalan su disposición “a defender el derecho de la religión a estar presente en la esfera pública”. Censuran los fenómenos de la contemporaneidad como aborto, eutanasia, consumismo y el intento de presentar uniones entre personas de un mismo sexo como una de las formas del matrimonio.
El Patriarca Kiril, reunido con los jerarcas de la Iglesia Polaca, dijo que ese mensaje es fruto de un profundo convencimiento de que ambas Iglesias deben contribuir a sanar las heridas que la Historia dejó en los pueblos ruso y polaco.
Anteriormente, el monseñor Iosef Mijalik reveló que muchos en su país no acogerán bien el llamamiento a la reconciliación entre los pueblos ruso y polaco, pero al mismo tiempo expresó el convencimiento de que hace falta normalizar las relaciones.
El presidente de Polonia, Bronislaw Komorowski, durante una recepción solemne ofrecida la víspera en honor al Patriarca Kiril, declaró que se trata de un paso importante que puede estimular un diálogo intenso entre los pueblos polaco y ruso, basado en el conocimiento de la verdad, la confianza y la comprensión mutuas.
El Patriarca Kiril a su vez brindó por que lleguen más rápido los tiempos en que Rusia y Polinia, recuperadas de la macabra herencia de la persecución a la religión, se transformen en aliadas que luchen por la afirmación del orden y la justicia en el continente europeo.
