Rusia está dispuesta a ampliar su presencia en la Misión de Observación de las Naciones Unidas en Siria (UNSMIS), enviando hasta 30 militares a este país, de acuerdo con una disposición del presidente ruso Vladímir Putin publicada hoy en un portal de su Administración.
El documento encomienda al Ministerio ruso de Asuntos Exteriores “notificar a la Secretaría de la ONU que Rusia está dispuesta a delegar a la Misión de Observación de las Naciones Unidas en Siria hasta 30 militares en calidad de oficiales de comunicaciones, observadores militares y oficiales de estados mayores”.
El Consejo de Seguridad de la ONU planea someter a votación este jueves dos borradores de una resolución sobre Siria. Uno, propuesto por Rusia, no prevé sanciones algunas contra el régimen de Bashar Asad y tiene como objetivo prolongar por 45 días el mandato de la UNSMIS, que expira el próximo viernes. El otro, defendido por varias naciones de Occidente, amenaza a Damasco con una intervención militar conforme al capítulo VII de la Carta de la ONU.
La UNSMIS se compone de unos 300 observadores que representan a más de 40 países: Armenia, Bangladesh, Benín, Brasil, Burkina Faso, Burundi, Camboya, Chad, China, Croacia, Dinamarca, Ecuador, Egipto, Eslovenia, Filipinas, Finlandia, Fiyi, Francia, Ghana, Indonesia, Irlanda, Italia, Jordania, Kenia, Kirguizistán, Marruecos, Mauritania, Nepal, Nueva Zelandia, Níger, Nigeria, Noruega, Países Bajos, Paraguay, República Checa, Romania, Rusia, Senegal, Suiza, Togo, Yemen and Zimbabue.
Los enfrentamientos entre la oposición armada y el régimen de Bashar Asad causaron más de 17.000 víctimas desde marzo de 2011, según la ONG opositora Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres. La última estimación de la ONU al respecto, sin actualizarse desde junio pasado, era de más de 10.000 víctimas.
