La Asamblea Popular, o cámara baja del Parlamento egipcio, recurrirá su disolución ante la Corte de Casación, según la prensa local.
La decisión fue aprobada en una breve sesión que los legisladores, alentados por el reciente decreto del presidente egipcio Mohamed Morsi, celebraron en El Cairo a pesar de que el Tribunal Constitucional (TC) reafirmó la víspera el fallo sobre la disolución.
El jefe de la Asamblea Popular, Mohamed Saad Katatni, señaló que “el Parlamento de Egipto no tiene la intención de oponerse al poder judicial ni contradecir sus resoluciones”.
Después de votada la decisión de elevar el asunto a la Corte de Casaciones, Katatni dio por concluida la sesión.
El pasado lunes, el TC dejó claro que no dará marcha atrás a su veredicto sobre la ilegitimidad de la ley de elecciones parlamentarias, resolución que permitió a la junta militar disolver en junio pasado la Asamblea Popular. También anunció la decisión de recurrir el decreto presidencial que ordena reanudar el trabajo del cuerpo legislativo.
Entretanto, un diputado de los Hermanos Musulmanes acusó hoy al TC de haber falsificado la resolución que resta legitimidad al Parlamento. Naser Hafi, citado por el diario digital Youm7, sostiene que el boletín oficial recogió el respectivo dictamen del TC horas antes de que se diera a conocer. El diputado insiste también en que no sea el Constitucional sino otro organismo judicial el que examine los recursos contra el decreto de Morsi.
La candidatura de Morsi a la presidencia fue postulada precisamente por los islamistas, la principal fuerza política en el disuelto Parlamento.
Uno de los principales órganos judiciales de Egipto, el Tribunal Supremo Administrativo, aplazó hoy hasta el próximo 17 de julio el examen de una treintena de recursos contra el decreto presidencial que ordena reanudar la labor del Parlamento.
