La mejora del clima inversor, las restricciones al crecimiento de los gastos presupuestarios y la reforma de los sistemas de regulación y control estatal son las prioridades del Gobierno ruso en el ámbito económico para los próximos años.
Estas prioridades fueron anunciadas durante el Foro Económico Internacional que se celebró del pasado 21 al 23 de junio en San Petersburgo.
Mientras, los inversores están interesados en conocer detalles: si continuarán creciendo las tarifas, quién destinará recursos para la modernización e incremento de la productividad del trabajo o si son reales los planes del Gobierno ruso para realizar un nuevo programa de privatización.
La presentación del programa de reformas del Gobierno ruso para los próximos diez años hecha durante el segundo día de la celebración del Foro por el ministro ruso de Finanzas, Anton Siluánov, y el ministro de Desarrollo Económico, Andrei Beloúsov, reunió a un gran número de participantes.
Desafíos que determinan la necesidad de reformas
Andrei Beloúsov, que inició la presentación, destacó los desafíos que afrontaría Rusia durante los próximos años. Rusia entra en una etapa especial de su desarrollo, un período de estabilización del volumen de extracción del petróleo.
Hasta 2007, el Producto Interior Bruto (PIB) del país se incrementaba anualmente un 7%, y la mitad de este crecimiento se debía al aumento del volumen de extracción del crudo y su exportación. Ahora, el volumen de extracción se ha estabilizado en un nivel de 510 millones de toneladas, mientras la demanda interna de petróleo ha empezado a crecer un 1% o un 2% debido a un aumento del parque automotor en Rusia, por ejemplo. "Esto quiere decir que la exportación que anteriormente era locomotora del crecimiento empezará a frenarlo”, explicó el ministro.
Es necesario asimismo iniciar urgentemente la modernización del sector social. La clase media, que según Beloúsov representa del 20% al 25% de población de Rusia, plantea mayores exigencias hacia el sistema educativo, salud pública, sector social. Cada vez se hace más evidente la brecha entre las demandas de esta gente y la calidad de los servicios del sector social que debe ser reformado.
La clase media en Rusia seguirá creciendo. Hoy en día, el PIB per cápita asciende a 19.000 dólares, lo que casi corresponde a las cifras registradas en los países de Europa del Este, afirma el ministro de Desarrollo Económico.
"Es imposible imaginar que con este nivel de ingresos por persona tengamos la productividad de trabajo en 2 o 2,5 veces menos”, dijo Beloúsov. El Gobierno se verá obligado a crear condiciones para aumentar la productividad de trabajo, señaló el funcionario.
Al mismo tiempo, habrá que reducir la dependencia del presupuesto federal de los precios de los hidrocarburos, agregó Antón Siluánov. Hoy los ingresos por la exportación del petróleo y gas constituyen hasta un 50% del presupuesto nacional.
También necesario redistribuir los recursos presupuestarios. “Siempre falta dinero, nuestros ingresos son volátiles”, explicó Siluánov. Por ejemplo, es necesario destinar más recursos para desarrollar las infraestructuras, porque esto contribuirá a la atracción de inversiones, agregó.
Promesa de mejorar el clima empresarial en Rusia
Los problemas mencionados determinan la agenda de las reformas que se planea realizar el Gobierno durante los próximos años.
“Nuestra prioridad principal es mejorar el clima empresarial”, aseguró Beloúsov a los inversores. Según el ministro de Desarrollo Económico, los cálculos son simples. Los ahorros internos brutos crecen un 30% al año, mientras que las inversiones de capital, por ejemplo en la producción, solo aumentan un 20%. Resulta que el restante 10% es el dinero que potencialmente podría convertirse en inversiones.
Además, el Gobierno planea reformar los sistemas de regulación y control estatal. Estos sistemas deben ser más transparentes, lo que permitirá luchar contra la corrupción de un modo más eficaz, afirma Beloúsov.
Es necesario restringir los gastos para equilibrar el presupuesto. Para mantener el equilibrio entre los ingresos y gastos presupuestarios se introducirá una nueva norma: los compromisos del Estado no estarán directamente vinculados con el actual precio de petróleo. Es decir, la planificación de los gastos se realizará teniendo en cuenta el precio medio anual de petróleo calculado durante varios años. Los ingresos extra obtenidos por la venta del crudo incrementarán los recursos financieros con los que cuenta el Fondo de Reserva.
El presupuesto ruso para 2012 fue calculado a partir del precio medio del crudo, situado en 115 dólares por barril. Si se hubiera tomado en consideración el precio del crudo durante los últimos cinco años se habría adoptado un precio medio de 93 dólares por barril, lo que correspondería más a la realidad, dijo el ministro de Finanzas. Hoy en día, el precio de petróleo se mantiene en torno a los 90 dólares por barril.
Además, el Gobierno ruso prometió hacer competitivo el sistema tributario, simplificar el sistema de contabilidad y reducir la cantidad de documentos que exigen presentar los órganos fiscales, controlar el volumen de deuda pública que hoy por hoy asciende al 8% del PIB e incentivar a las autoridades regionales a incrementar los ingresos de las entidades federadas y prestar más apoyo a los ciudadanos.
Los inversores hacen preguntas concretas
A juzgar por las preguntas a los ministros, a los inversores no les interesan las descripciones de los problemas y las promesas de resolverlos, sino que les preocupan aspectos más concretos. Por ejemplo, ¿qué pasará con la parte de la pensión llamada acumulativa o capitalizada que, de hecho, podría invertirse en proyectos a largo plazo?
“La acumulación de las aportaciones se está realizando ahora y continuará llevándose a cabo, pero se propone modernizar este proceso”, dijo Siluánov a los inversores. Es posible que este capital sea invertido en bonos públicos emitidas para cubrir los gastos para el desarrollo de infraestructura”, agregó.
Anteriormente, el ministro de Trabajo y Protección Social, Maxim Topilin, destacó que se consideraba la posibilidad de transformar el sistema obligatorio de acumulación de pensiones en un sistema de carácter voluntario. Se trata de 300.000 o 400.000 millones de rublos (unos 9.000 o 12.000 millones de dólares). El Gobierno planea anunciar sus propuestas sobre la reforma del sistema de pensiones en otoño próximo.
Durante su discurso, los ministros no mencionaron asuntos relacionados con la privatización de empresas públicas y les preguntaron sobre si el nuevo Gabinete considera este programa como prioritario.
En 2011 la privatización de empresas públicas aportó ingresos récord que ascendieron a 121.000 millones de rublos (unos 3.600 millones de dólares), aunque el Estado recibió 100.000 millones de rublos (unos 3.000 millones de dólares) solo por vender un paquete de acciones del segundo banco más grande de Rusia, VTB. Andrei Beloúsov dijo que durante el próximo año se espera recaudar unos 300.000 millones de rublos (9.000 millones de dólares) realizando el programa de privatizaciones y anunció los activos que el Estado planea vender.
Los monopolios naturales no deben subir sus tarifas por encima de los niveles que registre la inflación, manifestó Beloúsov. La subida de las tarifas por encima de este nivel sirve en reiteradas ocasiones para encubrir negligencias, destacó.
“En todo el mundo los recursos públicos son un sector competitivo de la economía, porque dispone de grandes reservas para obtener beneficios”, agregó el ministro de Desarrollo Económico.
A los inversores les interesa la perspectiva de la creación en Moscú de un centro financiero internacional. “Es una de las tareas prioritarias”, afirmó Siluánov. “Ya hemos elaborado la hoja de ruta cuya realización hará posible desarrollar la infraestructura necesaria”, agregó.
Según Andrei Beloúsov, el ingreso de Rusia a la Organización Mundial de Comercio (OMC) no representa una amenaza para los representantes del sector agrícola. Las condiciones de esta adhesión hacen posible aumentar en dos veces el volumen de inversiones públicas al sector.
Los funcionarios públicos recomendaron a los empresarios rusos buscar las posibilidades de incrementar la productividad de trabajo por sus propias fuerzas. Es decir, los fabricantes no deberían contar con el apoyo por parte del Estado para modernizar el equipo.
Según estimaciones de los expertos, un 65% de las empresas industriales dispone de equipo fabricado hace más de 25 años. Según el ministro de Desarrollo Económico, el Estado no debe pagar por la modernización de las fábricas sino crear las condiciones necesarias para la modernización y un clima atractivo para las inversiones. Se planea destinar recursos presupuestarios solo a la industria rusa de Defensa.
Parece que será necesario celebrar muchos foros para hacer coincidir los planes globales del Gobierno ruso y los problemas concretos de los inversores.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
