La Unión Europea de Federaciones de Fútbol (UEFA) abrió un expediente disciplinario a la federación nacional rusa por la conducta impropia de sus aficionados durante el partido que Rusia disputó ante la República Checa el pasado viernes en Wroclaw.
En un comunicado emitido la víspera, la UEFA explicó que tomó la decisión tras estudiar los correspondientes informes de seguridad, así como imágenes de vídeo y fotográficas que muestran disturbios en la grada de la afición rusa.
Según la autoridad futbolística, los hinchas rusos también utilizaron y lanzaron bengalas al campo de juego y exhibieron pancartas de contenido ilícito.
La UEFA anunció además que investigará junto con la organización Fútbol contra el Racismo en Europa (FARE) las denuncias sobre supuestos insultos racistas dirigidos por aficionados rusos contra el jugador checo de origen etíope, Theodor Gebre Selassie.
Por otro lado, el Ministerio del Interior de Rusia informó este domingo que la Policía polaca detuvo a cuatro hinchas rusos por causar destrozos en un bar. El daño material ocasionado asciende a unos 1000 dólares, según la entidad, y sus autores serán juzgados hoy.
Otros dos aficionados fueron multados en Polonia por encontrarse en estado de embriaguez en un lugar público. Además, en Varsovia se registró un altercado entre cuatro ciudadanos rusos e inmigrantes turcos.
La Unión de Fútbol de Rusia condenó los incidentes violentos protagonizados por seguidores rusos y pidió a la afición “no sucumbir ante las provocaciones de vándalos y prestar su plena colaboración a los organizadores de los partidos en materia de seguridad”.
Al mismo tiempo, el ministro ruso de Deporte, Vitali Mutko, negó que hubiera comportamiento racista contra Selassie y afirmó que se interpretaron erróneamente los silbidos de la afición rusa dirigidos a los “colegas” checos.
