La proclamación del Estado de Azawad en el norte de Malí amenaza con desestabilizar aún más la región, declaró hoy a RIA Novosti el senador Mijaíl Marguélov, comisionado del presidente de Rusia para la cooperación con los países de África.
“La proclamación de ese nuevo Estado peligra seriamente la integridad tanto de Malí como de Níger y Mauritania. Lleva a aumentar el radicalismo. A los ojos de la comunidad mundial surge el “arco verde” desde Magreb hasta el Cuerno de África”, dijo.
Según el senador, tal desarrollo de acontecimientos significa la expansión de las tendencias arcaicas en la región y pone en tela de juicio las perspectivas de su modernización.
“Puesto que en África chocan los intereses de los principales jugadores mundiales, los sucesos que se desarrollan en el norte de Malí son tema de la agenda global, no sólo de la regional”, indicó.
Lo de Malí es consecuencia directa de la “primavera árabe” y, en particular, de la guerra en Libia. Los rebeldes tuareg desde siempre se enfrentaban con el Gobierno central de Malí. El derrocamiento del régimen de Gadafi provocó desestabilización de hecho en todos los países de África del Norte, opina Marguélov.
El islamista Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA), del que forman parte los rebeldes tribus tuareg, proclamó la independencia de Azawad a comienzos de abril pasado. Pero los países limítrofes, incluida Argelia, se negaron a reconocerla.
El MNLA se levantó en armas el 17 de enero pasado para exigir la autodeterminación de Azawad. Aprovechó el caos que siguió tras el golpe de Estado del 22 de marzo, a raíz del cual fue depuesto el presidente de Malí, Amadou Toumani Touré.
