El presidente Bashar Asad volvió a restar importancia hoy a los opositores agrupados en el Consejo Nacional Sirio (CNS) al afirmar que no tienen peso alguno en el país.
“Su llamamiento a boicotear las elecciones (parlamentarias) equivale al boicoteo del pueblo. ¿Acaso es posible boicotear a la gente que crees representar? No pienso que ellos tengan algún peso e importancia dentro de Siria”, manifestó Asad en una entrevista con la televisión rusa Rossiya 24.
Las elecciones legislativas del pasado 7 de mayo, a su juicio, demostraron que “el pueblo de Siria sigue apoyando la política de reformas anunciada hace un año” y que “la mayoría avala al actual régimen”.
Entretanto, diversos países reconocen al CNS de forma oficial o implícita como interlocutor clave en un conflicto que, según la estimación de la ONU, causó más de 9.000 víctimas en los últimos 14 meses.
En su entrevista con Rossiya 24, Asad calificó de “pandilla de delincuentes comunes” al llamado Ejército Libre de Siria, afirmó que “reciben armas y dinero del extranjero” y dijo que Damasco mostrará al mundo a mercenarios foráneos, principalmente, nacionales de países árabes, que fueron capturados con vida.
Un grupo de opositores sirios, según Asad, viajó a Kosovo para “adquirir experiencia sobre el cómo organizar una intervención militar y traer la OTAN a Siria”.
Al mismo tiempo, admitió que algunos vecinos de Siria, tales como Jordania y Líbano, procuran últimamente frenar el contrabando de armas. “Sus Gobiernos empiezan a darse cuenta de que no es una primavera (árabe) sino un caos”, afirmó.
Resaltó el apoyo que Damasco recibe por parte de China y Rusia. Sin ello, el caos se extendería a otras partes, dijo Asad, convencido de que “no se trata de Siria sino de la estabilidad internacional”.
Reconoció que la presencia de observadores internacionales ayudó a reducir la confrontación directa aunque “el número de ataques terroristas experimentó un aumento drástico”. “No hay mejoras en este sentido”, agregó.
Occidente no deja de denunciar la violencia en Siria pero “sólo por parte del Gobierno, sin decir una palabra sobre los terroristas”. “Seguimos esperando”, señaló Asad, dispuesto a plantear el tema en cuestión ante el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, quien volverá a Siria este mayo.
