El socialista François Hollande fue investido presidente de Francia en una ceremonia solemne que se desarrolló este martes en el Palacio del Elíseo.
El jefe del Consejo Constitucional de Francia, Jean-Louis Debré, proclamó oficialmente a Hollande “séptimo presidente de la quinta República y 24º presidente de la República Francesa”.
En su discurso de investidura, Hollande resaltó la contribución hecha por cinco de sus predecesores, de Charles de Gaulle a Jacques Chirac, pero rehusó explayarse sobre el gobierno del anterior mandatario, Nicolas Sarkozy, a quien deseó “éxitos en la nueva vida que abre ante él”.
Recordó que Francia afronta hoy una serie de problemas graves como “una deuda masiva, un crecimiento débil, un paro elevado, una competitividad degradada y una Europa con dificultades para salir de la crisis”.
Se declaró dispuesto a proponer a otros socios europeos “un nuevo pacto” que compagine el equilibrio presupuestario con la estimulación de la economía.
Esta misma tarde, Hollande se desplazará a Berlín para reunirse con la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, principal aliada de su antecesor en el Elíseo últimamente.
Al comentar los temas de política interna, subrayó que Francia “necesita tranquilidad, reconciliación” y prometió “contribuir a que todos los franceses vivan juntos sin distinción”.
François Hollande obtuvo el 51,6% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del pasado 6 de mayo, frente al 48,3% de Nicolas Sarkozy.
