El jefe del Servicio Federal de Protección de los Derechos del Consumidor (Rospotrebnadzor), Guennadi Oníschenko duda de la calidad de los productos agrícolas de Holanda, debido a que en este país se llevan a cabo estudios sobre la mutación de la gripe aviar, la misma que está prohibida por la convención internacional.
Oníschenko declaró en repetidas ocasiones que la Unión Europea no reveló la causa de la propagación de la cepa altamente patógena “Escherichia coli” (E.coli), en el verano de 2011, lo que causó una restricción de importación de hortalizas de Europa a Rusia.
Holanda, uno de los mayores proveedores de hortalizas a Rusia, según Oníschenko lleva a cabo una investigación ilegal.
“Holanda realiza actividades prohibidas por la convención internacional. Cambia las propiedades en particular la de los virus de la gripe aviar, en dirección de aumentar su agresividad. Somos conscientes de este proceso, creemos que tenemos que averiguar para qué se hace todo esto y hasta qué punto pone en peligro la seguridad nacional de Rusia”, dijo Oníschenko.
El pasado marzo Rusia suspendió las importaciones de ganado y cerdos vivos de la Unión Europea (UE) ante brotes del virus de Schmallenberg y la enfermedad de la lengua azul registrados en varios países comunitarios. Según explicó Oníschenko, la medida de carácter temporal, afectaría a los animales destinados al sacrificio para el consumo humano, pero podría excluir a ejemplares para la cría, siempre y cuando su importación se realice bajo un riguroso control veterinario.
