El presidente ruso Vladímir Putin abogó este lunes, en su discurso de investidura, por crear nueva economía y estándares modernos que hagan de Rusia un país líder y un polo de atracción para toda Eurasia.
Resaltó que los “próximos años determinarán el futuro de Rusia de aquí a varias décadas” y que “la vida de las generaciones venideras, de la nación (…) dependen de los éxitos reales en la creación de una nueva economía y estándares modernos, de nuestros esfuerzos para preservar al pueblo y apoyar a las familias de Rusia, de nuestra perseverancia en la tarea de habilitar los vastos territorios entre el Báltico y el Pacífico, de nuestra capacidad de ser líderes y polo de atracción para toda Eurasia”.
Abogó por la cohesión nacional, por “fomentar la democracia en Rusia, los derechos y las libertades constitucionales, ampliar la participación de los ciudadanos en la dirección del país y formar una agenda nacional para que las aspiraciones individuales de vida mejor se plasmen en una labor conjunta para la prosperidad de toda la nación”.
“Viviremos en un país democrático (…) en una Rusia próspera que será respetada en el mundo como socio fiable, abierto, honesto y predecible”, aseguró.
Putin, quien cumplirá 60 años en octubre próximo, fue investido este lunes presidente de Rusia por tercera vez. Ya ocupó la jefatura del Estado en 2000-2008, trabajó como primer ministro de 2008 a 2012 y ahora vuelve al Kremlin con un tercer mandato, esta vez, de seis años gracias a una enmienda constitucional que el Parlamento de Rusia aprobó a finales de 2008.
