El 22 de abril, en la Catedral de Cristo el Salvador en Moscú se celebró la procesión de la cruz y un rezo multitudinario para defender a la fe y a la Iglesia Ortodoxa Rusa ante la incredulidad.
El 22 de abril, en la Catedral de Cristo el Salvador en Moscú se celebró la procesión de la cruz y un rezo multitudinario para defender a la fe y a la Iglesia Ortodoxa Rusa ante la incredulidad.
La procesión fue acompañada por cantos religiosos y el tañido de campanas.
El Patriarca de Moscú y de Toda Rusia Kiril encabezó la procesión y después celebró una homilía.
Después de la procesión de la cruz comenzó el multitudinario rezo con participación de delegaciones de 17 eparquías de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Especialmente para el acto, a Moscú fueron trasladados los profanados objetos sagrados de otras ciudades de Rusia: dos iconos de la ciudad de Veliki Ustiug, una ametrallada en los años 1920 y la otra, cortada ya en nuestros tiempos, y el crucifijo de la ciudad de Nevinnomissk, cortado por un vándalo con un cuchillo de caza.
La Iglesia Ortodoxa Rusa lamenta toda una oleada de “actos de vandalismo y profanación de catedrales” que comenzó el 21 de febrero con la “oración punk” en forma de una canción obscena que el grupo femenino “Pussy Riot” interpretó juntó al altar principal de la Catedral de Cristo el Salvador, lugar vedado para todos, excepto sacerdotes. Posteriormente, el pasado 6 de marzo un atacante cortó a hachazos 30 iconos en una catedral de Veliki Ustiug, y el 20 de marzo, un hombre irrumpió en una catedral de Nevinnomissk con un cuchillo de caza, profanó iconos, el crucifijo y el altar y agredió al sacerdote.
Unos 65 mil creyentes participaron en el rezo multitudinario para defender a la Iglesia celebrado frente a la Catedral de Cristo el Salvador en Moscú.
Rezos semejantes se celebran este domingo en todas las eparquías de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Los creyentes rezan el día de Santo Tomás, conocido popularmente como “el Incredúlo” debido a que se negó a admitir la resurrección de Jesús antes de verlo con sus propios ojos.
