El autor confeso de doble atentado Anders Breivik declaró hoy en el Tribunal de Oslo que se entrenó según una metodología especial para inhibir los sentimientos de miedo y de compasión hacia las victimas.
El proceso contra Breivik comenzó el lunes pasado. Le imputan haber organizado una explosión en un sector gubernamental de Oslo, con un saldo de ocho víctimas mortales, y un ataque al campamento juvenil de la isla de Utoya, a raíz del cual murieron 69 personas. Breivik declaró ser autor de ambos atentados ya en los primeros interrogatorios, pero negó ser culpable.
Al referir cómo preparaba esas fechorías, Breivik reveló tanto los aspectos prácticos: dónde había adquirido las armas y cómo había fabricado la bomba, como el psicológico. Habló del de entrenamiento que practicó para reprimir el sentimiento de miedo. Dijo que estaba preparado para morir al cometer el atentado y que valoraba como mínima su probabilidad de sobrevivir.
Al mismo tiempo reveló que el entrenamiento tuvo el efecto secundario de reprimir otras emociones.
Dijo que estudió la meditación japonesa Bushi-do para atreverse a cometer el suicidio. Al prepararse para cometer los atentados, se alejó de sus amigos y familiares, redujo sustancialmente los contactos con los circundantes y practicó meditaciones.
Breivik no presentó disculpas en el proceso a los parientes de las víctimas. Declaró que tenía planes de matar a cuantos estaban en el campamento y que volvería a hacerlo si pudiera.
Verdad que este viernes aconsejó a los familiares de los perecidos en el campamento de Utoya abandonar la sala del tribunal porque tenía que referir los detalles de la matanza.
