Los Juegos Olímpicos de 2016 serán parte importante de la estrategia del desarrollo de Río de Janeiro a corto y mediano plazo, manifestó hoy el presidente del Comité Olímpico de Brasil, Carlos Arthur Nuzman, al intervenir en la segunda Convención Mundial sobre Deporte Olímpico en Moscú.
Nuzman, quien encabeza también el comité organizador de Río 2016, recordó que “el proyecto olímpico coincide con el plan general del desarrollo urbano para los próximos años”.
“Los Juegos Olímpicos son un catalizador de cambios sociales. El deporte es una herramienta de creciente importancia para el trabajo con la juventud y la mejora de las condiciones de vida”, destacó.
La Olimpíada dejará a la ciudad una vasta herencia, en particular, el Parque Olímpico en Barra de Tijuca o un complejo de deportes extremos en Deodoro que, según Nuzman, será una de las principales atracciones deportivas para los menores de 18 años.
Las carreteras y otras infraestructuras olímpicas se están construyendo en la zona de las favelas, lo cual permitirá integrarlas en el tejido urbano y elevar el nivel de vida de unas 300.000 personas, dijo el funcionario al agregar que el programa cuenta con un presupuesto de ocho mil millones de dólares.
Los organizadores confían en que estos proyectos sociales, impulsados en gran medida gracias a la Olimpíada, se irán extendiendo al resto del estado de Río de Janeiro y, más tarde, a lo largo del territorio brasileño, concluyó.
La segunda Convención Mundial sobre Deporte Olímpico se desarrolla en la capital rusa en el marco de la XVIII Asamblea General de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales (ACNO).
