Las redes sociales son la rendija para acceder a los secretos de los empleados

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En EEUU los empresarios y las empresas de contratación de personal al parecer han comenzado a solicitar la contraseña de los perfiles en las redes sociales a los candidatos a un puesto de trabajo.

En EEUU los empresarios y las empresas de contratación de personal al parecer han comenzado a solicitar la contraseña de los perfiles en las redes sociales a los candidatos a un puesto de trabajo.

No se puede cuantificar lo extendido de este fenómeno, pero el asunto ya ha adquirido la suficiente relevancia como para que el senador por California, Leland Lee, haya presentado un proyecto de ley llamado a prohibir esta práctica. También se prohibirá que durante las entrevistas de trabajo, los candidatos se vean obligados a enseñar e imprimir su propia página en las redes sociales.

Los usuarios estadounidenses están mucho más habituados a las tecnologías y perciben perfectamente que esta apertura virtual hay cosas positivas y también las hay negativas. En Rusia la gente está todavía comenzando a asimilar estas tecnologías y ni siquiera sospecha los peligros que pueden acarrear.

Entrevistas de trabajo que atentan al derecho a la privacidad

Sin duda es positivo si queda claro desde el principio que la persona en cuestión es rara, peligrosa y resulta que no es conveniente relacionarse con ella. Por otra parte, en Rusia no se andan con chiquitas con el asunto de la privacidad: los servicios de seguridad de las grandes compañías grandes pueden obtener fácilmente y sin necesidad de ningún consentimiento toda la información que necesitan de cualquier persona. En todo caso, lo mejor es atender las recomendaciones de los especialistas y mantener un comportamiento racional y correcto en las redes sociales.

Para nadie es un secreto que estas páginas son un instrumento magnífico para obtener información sobre una persona. Por ejemplo, según los resultados de la encuesta realizada por la agencia de marketing Eurocom Worldwide en un análisis mundial, alrededor del 40 % de las empresas pertenecientes al ámbito de la tecnología suelen utilizar las redes sociales para evaluar a sus futuros colaboradores. Pero una cosa es cuando alguien te permite ver sus datos y otra es espiar la vida privada de las personas a través de ciertas rendijas tecnológicas.

La mayoría de la gente en Rusia desconoce la existencia de estas prácticas que tanto irritan al senador de California. Incluso dudan de que en Estados Unidos estén tan extendidas como se dice, dado el gran cuidado que se pone en todos los temas relativos a los derechos humanos y al derecho a la intimidad.

La jefa de la agencia de colocación Pruffi, Aliona Vladimirskaya, no entiende cómo se le puede exigir a una persona la contraseña para acceder a los datos de su perfil virtual. “Viene a ser lo mismo que exigirle al candidato que está entrevistando que le diga el código numérico de su tarjeta de crédito para comprobar que no está en la miseria, o las llaves de su apartamento para comprobar que tiene uno y que no vive en la calle”. Además, Vladimirskaya y otros profesionales de estas organizaciones de empleo, entrevistados por Ria Novosti, sí aplauden la utilización de las redes sociales e Internet para la selección de sus candidatos.

Uno de los socios de la empresa Odgers Berndtson, Roman Tyshkovskiy, está convencido de que este método de búsqueda de empleados está ganando adeptos y cada vez se va a utilizar más. Las redes sociales son una herramienta muy útil para encontrar a una persona y hacerse una idea de cómo es.

A diferencia de otros colegas, Andrei Ustiuzhanin, director general de la agencia de empleo Expert, apunta que en su empresa utilizan estos métodos para encontrar a los candidatos, pero nunca para comprobar datos de su vida privada. “A veces nos piden gente de alto nivel de preparación. En principio, nunca es fácil encontrar gente así, por eso cuando encontramos a alguien que se ajusta a nuestras necesidades, solemos exigir recomendaciones de su anterior lugar de trabajo. Si investigáramos cómo se desenvuelve esa persona en las redes sociales, lo único que lograríamos es complicarnos la vida y confundirnos y eso no nos interesa” afirma Ustiuzhanin.

A la empresa que busca cubrir un puesto de trabajo lo que le en realidad le interesa es dónde desempeñó su trabajo con anterioridad y cómo lo hizo la persona que está buscando. Qué tipo de persona es y cual es su relación con su antigua empresa, además de si es una persona propensa a las filtraciones de datos profesionales; son cosas que también son interesantes y que se pueden obtener a través de páginas como Facebook o Twitter.

“Mucha gente que tiene un perfil en estas páginas cree que nadie de su trabajo se molesta en verlo si no está entre sus contactos amigos”, apunta Roman Tyshkovskiy, “y después le resulta embarazoso haber hecho comentarios negativos sobre los directivos, sobre la empresa o lo que es peor, haber difundido información sobre movimientos financieros de la misma”.

Según Tyshkovsky, si cualquier persona crea una carpeta, aunque sea privada y solo para amigos cercanos, donde cuelga fotografías de cualquier miembro del consejo de dirección de su empresa donde lo pone en forma poco favorable, y ésta es vista por sus potenciales jefes en la nueva compañía, las posibilidades de encontrar un nuevo empleo en ellas se reducen considerablemente”.

En Rusia no hay nada secreto

Uno se pregunta de dónde sacan las empresas las claves para acceder a la información privada de sus colaboradores. Es una pregunta peliaguda, pero la respuesta es sencilla, al menos en Rusia.

Las empresas de colocación, según Andrei Ustiuzhanin, efectúan la petición de información a los servicios de seguridad que se encargan de averiguar todo lo necesario sobre una persona utilizando todos los métodos a su disposición. Sobre todo, estas prácticas se agudizan durante la búsqueda de candidatos a puestos de responsabilidad en la empresa.

Los servicios de seguridad en las empresas grandes están siempre muy sobrecargados de trabajo. Por esta razón solo se emplean a fondo en casos excepcionales de alta necesidad, mientras que en el trabajo habitual de búsqueda de empleados no suelen profundizar demasiado.

Además de las violaciones de la privacidad en las redes sociales, también existe un método un tanto menos traumático y que se suele emplear en el mercado de trabajo en Rusia. Es cuando la compañía se ofrece como contacto amigo. Si el candidato acepta, el nivel de confianza hacia él aumenta. Pero aquí entra el juego de intereses y si el posible trabajador es inteligente puede restringir el nivel de acceso a su información, mostrando sólo lo que él crea conveniente sin que sus contactos lo sepan.

Reglas de comportamiento en estas páginas

Todas las personas entrevistadas por RIA Novosti han recomendado un equilibrio razonable entre privacidad y apertura. “La situación ideal es cuando una persona está abierta, está en todas partes, pero no hay ninguna información que la pueda desacreditar”, comenta Roman Tyshkovskiy.

Aliona Vladimirskaya recomienda discriminar claramente lo que se coloca en acceso abierto de las de acceso restringido. A veces, los agentes de colocación recomiendan tener dos perfiles en la misma red social: uno para usos laborales y otro, personal, con un seudónimo.

En lo que concierne a las entrevistas donde se exigen las contraseñas de los perfiles de las páginas virtuales, Vladimirskaya recomienda levantarse y marcharse. Trabajo en Rusia, hoy por hoy, hay más que suficiente, al menos en las grandes urbes. “Queridos candidatos a un puesto de trabajo, respétense a sí mismos y no acepten trabajar en una empresa donde ya en la entrevista de ingreso le tratan de una forma que no augura nada bueno en el futuro”, recuerda Vladimirskaya.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

 

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