El secretario de Defensa de EEUU, Leon Panetta, afirmó hoy que la reciente matanza de 16 civiles por un militar estadounidense en la provincia afgana de Kandahar no debería minar la misión de Washington en Afganistán.
“Por trágicos que sean estos actos de violencia, no definen la relación entre la coalición (internacional) y las fuerzas afganas, el pueblo afgano”, declaró Panetta al intervenir ante las tropas emplazadas en el sur de Afganistán.
Anteriormente aseguró que EEUU está “en el camino correcto” y que sucesos como el de Kandahar no deberían minar su estrategia en Afganistán.
“Es importante que sigamos adelantes para llevar esta guerra a un término responsable y cumplir la misión en la que todos estamos implicados”, dijo el jefe del Pentágono.
Tras la llegada de Panetta a Afganistán, la explosión de una moto bomba en Kandahar causó la muerte de un oficial de Inteligencia afgana y dejó heridos a otros tres. Otra explosión, que se produjo en una carretera de la provincia vecina de Helmand, mató a ocho civiles que viajaban en un minibús, según BBC.
Las relaciones entre Kabul y Washington sufrieron un nuevo deterioro después de que un soldado estadounidense de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) abandonó el pasado domingo su base en Kandahar, entró en una aldea vecina y mató a los inquilinos de varias casas, entre ellos mujeres, y niños. Después intentó quemar sus cuerpos, según varios testigos citados por fuentes afganas y occidentales. Otros testimonios recogidos por la prensa internacional señalan, sin embargo, que la masacre la protagonizaron varios soldados estadounidenses ebrios que disparaban entre risas a sus víctimas.
